ENTREVISTA

Joaquín Giménez, magistrado emérito del TS: "El legado de ETA ha sido una fuente de odio y escuela de dolor"

Joaquín Giménez, magistrado emérito del Tribunal Supremo, ejerció durante dos décadas como magistrado de la Sala de lo Penal del Supremo, pero antes trabajó 14 años en el País Vasco. Giménez vivió algunos de los años más complicados del terrorismo.

Ante el comunicado de ETA en el que la banda pone punto y final a su actividad, Joaquín Giménez señala que "el legado de ETA ha sido una fuente de odio y escuela de dolor". "Era una noticia esperada porque ya desde octubre de 2010 había un ítem muy claro. Ha tensionado los aparatos del Estado siendo una fuente de dolor y ahí están los casi 900 asesinatos incluyendo niños" señala. Para Giménez el legado de ETA no ha servido para nada. "Euskadi está hoy mucho mejor a pesar de ETA, su legado no puede ser más negativo".

Considera que ese pasado no se puede olvidar y con él hay que diseñar el presente y el futuro. Cree que "el terrorista tiene que pedirse perdón a sí mismo y ver lo que ha hecho con su vida. Ése es un acto de autocrítica personal que tendrá que hacer cada uno".

Defiende que para que haya convivencia en el País Vasco "hay que sustituir el exterminio del disidente por el del respeto del distinto".

Para el magistrado la agresión a dos guardias civiles en Alsasua responde a un problema de convivencia y no un problema de terrorismo. "Es un delito de atentado porque había unos funcionarios que no estaban en ejercicio de su profesión pero fueron golpeados e insultados por ser guardias civiles".

Encuentra "muy sano" que se critiquen y censuren sentencias como la de 'La Manada'. "No somos un mundo a parte, sino que formamos parte de la sociedad pero tan peligroso es que las sentencias produzcan un divorcio con la sociedad como que estén en relación directa con los decibelios que hay". Giménez no es partidario de modificar el Código Penal.

"Los términos de 'jolgorio' y 'regocijo' del voto particular de la sentencia de 'La Manada' pasarán a la historia de los horrores judiciales"

Cree que lo peor de la sentencia ha sido el voto particular. "El consentimiento viciado es la figura atenuada entre la violación y el abuso y luego ya está la relación totalmente consentida. Por la relación de hechos probados de la sentencia eso se acerca más a una agresión que a un abuso, pero el tribunal que ha visto unos vídeos que nadie ha visto ha llegado a una conclusión". Asimismo, piensa que los términos de "jolgorio y regocijo" que usó el juez en su voto particular "pasarán a la historia de los horrores judiciales".

Más sobre este tema: