Informaciones de Gema López

El irreconocible rostro de Alfonso Díez en su última aparición: "Se ha hecho todo el catálogo de operaciones de la clínica"

El cirujano plástico Miguel de la Peña analiza los últimos cambios faciales del que fuera marido de la duquesa de Alba Alfonso Díez.

Alfonso Díez, viudo de la duquesa de Alba, ha reaparecido públicamente con un nuevo rostro. En el año 2008 la duquesa presentaba en un acto en la iglesia de los gitanos a su futuro marido que tiempo después se convertiría en su viudo. Ha sido con los años cuando el viudo de la duquesa de Alba ha comenzado esta transformación estética. En el año 2011 su rostro se presentaba con menos arrugas en su boda.

Pasa el tiempo y en el año 2015 Alfonso reaparecía ante las cámaras en el funeral de Doña Cayetana. En ese momento "los años pasa pero para Alfonso cada vez hay menos años", señala la periodista de Espejo Público Gema López. Ha sido en su última reaparición pública cuando Alfonso ha reaparecido con un rostro mucho más rejuvenecido.

"Con tantas operaciones acabas perdiendo tu identidad"

Miguel de la Peña, cirujano de las clínicas Diego de Leon, ha opinado sobre la nueva imagen que ha presentado el que fuera marido de la duquesa de Alba. "Alfonso se ha hecho el catálogo entero de los tratamientos de la clínica. Implante capilar, arrugas, blefaroplastia completa, rinoplastia, la redensificación de la cara e incluso del arco mandibular. Es el típico caso del paciente que pregunta: ¿Qué más me puedo hacer? y realmente nada porque vas a perder tu identidad", mantiene.

Una de las operaciones clave en el rostro de Alfonso Díez según el experto ha sido la rinoplastia. Apunta que en casi todas las mujeres una nariz muy pequeña te aporta un poco de feminidad pero en los hombres una nariz prominente hasta te aporta personalidad. Calcula que en sus cambios estéticos puede haber invertido unos 30.000 euros.

"El paciente suele entrar en un fiebre de que cuánto más cambio mejor"

"En el caso de los pómulos, tú ves la mirad de una persona mayor pero los pómulos de una persona de 40", añade. Señala que en vez de tratar la cara en su conjunto ha ido parte por parte, una técnica que desaprueba. En estos casos si un cirujano le dice que no el paciente se suele ir a otra consulta "porque esas personas entran en una fiebre de que cuánto más cambio mejor". Lo único que le quedaría por hacer sería un lifting: estirarse más aún la cara hacia atrás. Una opción que el sanitario no le recomienda en ningún caso.

Carmen Lomana apunta que ya ha podido ver la nueva imagen de Alfonso y que le costó reconocerle a simple vista. "Era un hombre muy atractivo con sus arrugas y su cara", mantiene.