Huevos de oro

Los ingredientes de una tortilla doblan su precio en un año

El fin del plato económico. Hacemos cuentas mientras cocinamos la mejor tortilla de patata de Madrid

Pocos platos hay más humildes y populares que la tortilla de patatas. Nada más sencillo y con más leyenda en nuestra gastronomía. Objeto de polémica a costa de la cebolla o su ausencia y sujeta ahora a revisión: ¿sigue siendo ese bocado asequible e inevitable que combina incluso con el café de la mañana? Hagamos cuentas: El kilo de patatas a 1,20 céntimos, el de cebolla más o menos igual, los huevos por encima de los 2 euros la docena, más de 6 euros por litro de aceite de oliva y unos 3 el de girasol… ¿asequible?

El fondo del asunto está en la inflación subyacente, esa que afecta directamente a la cesta de la compra. Muchos factores son los que suman: un 2022 con alta incidencia de gripe aviar en todo el mundo ha obligado a sacrificar gallinas en infinidad de granjas europeas: a menos gallinas, menos huevos y más caros. Añada a la ecuación el “factor sequía” con aspecto endémico. Por encima de todo, la guerra en Ucrania que ha disparado el precio de la energía y destrozado el corazón del granero de Europa. Esta tormenta mundial se refleja en una tortilla de patata y en el coste de cocinarla. Lo vemos en Pinto, localidad donde según la Asociación de Cocineros de Madrid se elabora la mejor tortilla de la Comunidad de 2023.

Gracias al premio a la mejor tortilla han multiplicado las ventas por 10

Domingo, tiene en su poder la mezcla perfecta (al menos durante este año): tres huevos, patata agria y cebolla bien pochada, aceite de oliva y girasol en las distintas partes del proceso y una pizca de sal. Siempre en sartén de hierro bien caliente y en cocina de gas. Todo ante él ha subido de precio en porcentajes insoportables: “lo bueno es que gracias al premio, hemos pasado de vender 4 ó 5 tortillas al día, a más de 50”.

“Cocinar una tortilla cuesta el triple que antes de la pandemia”

Rubén, el gerente, tiene los números en la cabeza. Los precios en el último año han subido a velocidad de vértigo. Pero si echa la vista al año 2020, justo antes de la pandemia, observa que el precio de sus ingredientes imprescindibles prácticamente se ha triplicado: pagaban los huevos a 80 céntimos y ahora a 2,20. La otra pata de su negocio, la patata, de 0,37 a 1 euro. Reconoce que les ha salvado el gran volumen de tortillas que venden desde que consiguieron el premio: al despachar decenas de tortillas diarias, pueden negociar con los proveedores el precio de sus productos. Hay que vender muchas tortillas para que el negocio sea rentable. Y no todos los restaurantes han ganado un premio que multiplique las ventas por 10.