LAS VÍCTIMAS IDENTIFICAN A ANTONIO ORTIZ

Las imágenes reales del interior de la casa donde actuaba el pederasta de Ciudad Lineal

Espejo Público ha entrado en la "casa de los horrores". Son las imágenes reales del piso donde Antonio Ortiz habría llevado a dos de sus víctimas para abusar de ellas. Cada rincón de la casa que guarda los brutales abusos que sufrieron las menores. Se ha hecho una nueva rueda de reconocimiento con las dos víctimas. Y atención, porque las dos han identificado a Antonio Ortiz como el peligroso pederasta de Ciudad Lineal.

Los agentes que realizan el reportaje fotográfico recogen uno de los objetos clave del caso. Un cubo y una fregona. La fregona, con la que Antonio Ortiz habría intentado limpiar los restos de vómito de una de las pequeñas. Fregona que se encuentra detrás de la puerta de entrada, donde los investigadores localizan restos biológicos, en el mismo punto donde la niña se mareó.

Pasando el rincón, llegamos al salón. Hasta ahora solo lo habíamos visto  tras la ventana, vislumbrando varias cajas apiladas mientras trabajaba la policía científica. Ahora vemos su interior,cada detalle de la estancia. La habitación que mejor muestra el estado en el que se encontraba la casa sin habitar por las obras de mejora. El salón es un cuarto lleno de trastos y muebles descolocados. Muchos de esos muebles, cubiertos aún por plásticos para evitar su deterioro por la reforma. Reforma que se aprecia más en la cocina. Los trabajos en esta sala están prácticamente terminados, con electrodomésticos nuevos o una moderna campana estractora. Y un detalle más que curioso, otra fregona usada.

Seguimos descubriendo la casa atravesando el estrecho pasillo que conduce a cada una de las habitaciones. De todas ellas, dos guardarán las pruebas más comprometedoras para Antonio Ortiz. La primera, uno de los cuartos de baño de la vivienda. El aseo donde pudimos ver cómo tomaba muestras la policía científica. En la ducha de este cuarto es donde los investigadores sospechan que Antonio Ortiz lavó a sus víctmas tras abusar de ellas. Un cuarto que luego levantarán por completo, arrancando baldosas, revisando tuberías y desagües en busca de cualquier rastro de adn.

La segunda habiración será la que encierre la prueba que acorrale a Antonio Ortiz. Es uno de los dormitorios y dentro hay un colchón cubierto con una funda de plástico. En la imagen se aprecia cláramente como ese cubre colchón está marcado con varias señas, varios testigos. Son las huellas que le delatan. No solo las suyas. Son también las huellas que coinciden al 100 por cien con la menor española raptada el pasado mes de abril en Ciudad Lineal. La prueba irrefutable de que la pequeña estuvo aquí, en la casa de los horrores.

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