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Iker puede ponerse de pie gracias a unos tapones de plástico

Recordamos el caso de Iker, un chaval de 15 años con una atrofia muscular, condenado a una silla de ruedas. Necesitaba un aparato ortopédico, sus padres no tenían dinero y se les ocurrió una idea muy original de recaudarlo.

Veinticuatro toneladas de tapones de plástico, ese era el reto para la familia de Iker. Sus padres tenían que reunir 8000 euros para que Iker, pudiera crecer correctamente.

Susana, la madre, evitó reclamar a la solidaridad de la gente. De esta forma, sin obligar a la gente a dar dinero han conseguido el dinero necesario para costear el aparato ortopédico que le va a permitir a su hijo crecer con normalidad.

La famila agradece la solidaridad de todos los que han contribuido, "nos han llegado tapones desde todos los lugares de España".

Ahora, Iker puede ponerse de pie. El sueño se hace realidad gracias a la colaboración de mucha gente, "ha sido increíble como se ha volcado la gente" apunta el abuelo del pequeño.

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