LA HISTORIA DE BÁRBARA Y TONINA

"No hay derecho. 50 años no se recuperan"

Bárbara y Tonina son hermanas, así lo confirma el ADN, pero han estado toda la vida separadas sin conocer la existencia una de la otra. "Somos hermanas pero ella no forma parte de mi vida ni yo de la suya. Y esto no se recupera", asegura Bárbara.

Tonina Morro nació el 30 de agosto de 1963 en el Hospital general de Palma de Mallorca. Sus padres biológicos no estaban casados. Él era viudo y ella separada de un matrimonio anterior. Una situación escándalosa para muchas mentalidades de la época.

"El jefe de él era del Opus Dei y siempre le estaba diciendo que esto era una relación amoral", dice la hija. De hecho, el padre de Tonina tuvo que ir a trabajar a Ibiza por orden de su jefe. Su drama fue completo cuando a su regreso le comunicaron que tanto su mujer como su hija habían fallecido. La primera por una hemorragia y la segunda tras ponerse muy enferma. "Mi abuela sospechó desde siempre porque decía que nunca me habían visto mala. Mi padre estuvo buscando, pero le dijeron que ya estaba enterrada".

El mismo día en que su madre ingresó en el hospital, una pareja que esperaba adoptar un bebé, recibió una agradable noticia. La persona que avisa a sus padres adoptivos es el sacerdote Antonio Domenge, director de la Casa Provincial de la Infancia, la Inclusa de Palma. Es él también quien inscribe a la niña con un nombre falso.

El Hospital Provincial estaba comunicado con un convento de las hijas de la Caridad de San Vicente Paul donde reside Sor Marta, una monja vinculada a otros casos de presuntas adopciones irregulares, como el de Catalina Rodríguez una joven que se quedó embarazada con 15 años y que ingresó en la llamada "sala de la vergüenza", la destinada a las adolescentes solteras. "Llegó Sor Marta y me dijo que el bebé había muerto".

 

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