DANA

Los gritos de desesperación por la DANA de una vecina de Sedaví: "¡Quiero dinero ya en mi banco para comprarme un coche!"

Eva lo ha perdido todo por la DANA y no tiene ni un plato de comida caliente que llevarse a la boca. Desesperada, exige responsabilidades por la falta de ayuda. "Esto es una p... guerra", asegura.

Espejo Público se traslada a la localidad de Sedaví donde la DANA ha arrasado todo a su paso. Es uno de los pueblos valencianos donde las lluvias dejaron destrucción y caos en cualquier esquina. La DANA se ha saldado por el momento 217 víctimas mortales, una cifra que todo apunta a que ascenderá notablemente en los próximos días ya que los desaparecidos se cuentan por cientos.

En Sedaví nos encontramos con Eva. Una vecina muy alterada por la falta de ayuda. Allí las quejas son comunes: abandono completo, falta de organización y de responsabilidad de las autoridades ante una catástrofe sin precedentes.

"Yo soy una ciudadana de a pie pero en seguida me di cuenta de que esto era una emergencia 5"

El miércoles a las 5.00 horas me di cuenta cuando empezaron a flotar los coches me di cuenta de que esto era emergencia 5. "El Rey como capitán general de los 3 ejércitos se tiene que hacer cargo de esta zona, por qué no se avisaron a los ejércitos de tierra, mar y aire", reclama esta vecina muy afectada por al situación.

Agradece a los agricultores de Bétera que hayan limpiado las calles y pide ayudas inmediatas para poder remontar económicamente y seguir con su actividad laboral. "Quiero en mi banco ya dinero para comprarme un coche, trabajo en el aeropuerto y no puedo ir a trabajar", reclama. Asegura que en su familia hay varios militares que le han comunicado su desesperación por querer salir a ayudar a estas zonas. "No pueden salir con ropa de militar porque les hacen un juicio de guerra", afirma.

"No tengo ni un plato caliente para comer, ayer cené una hamburguesa pequeña que me dieron unos jóvenes"

Las necesidades de estos vecinos son muy variadas. Eva no tiene nevera, ni un plato caliente que llevarse a la boca. "Anoche cené una hamburguesa pequeña que me dieron unos chicos jóvenes. Esto es una puta guerra", lamenta.

Otro vecino del pueblo aprovecha la presencia de las cámaras y se queja de la descoordinación de los voluntarios y de las ayudas. Agradece la labor de las personas que han acudido a estas localidades a echar una mano. "Si no fuera por los voluntarios estaríamos muertos", afirma.