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Felipe González: "Tengo en mi cabeza varios candidatos para sustituir a Pedro Sánchez pero si se conoce públicamente está muerto"

Espejo Público entrevista este jueves a los dos dirigentes socialistas. El expresidente Felipe González y el que fuera su vicepresidente, Alfonso Guerra, abordan los temas de actualidad política.

Susanna Griso ha entrevistado este jueves a los dos históricos de la política española: Felipe González y Alfonso Guerra. La presentadora de Espejo Público ha comenzando la charla rememorando el histórico congreso socialista de Suresnes que se celebró en el exilio. En aquel momento y casi por sorpresa González salía ungido secretario general por Alfonso Guerra. Corría el año 1974 Felipe González tenía 32 años y Guerra 34.

Ahora a sus 82 años Felipe siente que "han pasado muchos años" desde aquel Congreso. Considera que resultado del Congreso solo se puede evaluar por la proyección que tuvo y la capacidad de conectar a ese grupo con la sociedad española de la época. Reconoce que tuvieron mucha ayuda de gente joven del exterior que comprendió que la realidad en España era distinta. "El exilio cuando es prolongado distorsiona la realidad sobre el país en el que están soñando", mantiene.

Alfonso Guerra fue el forjador de aquel Congreso. Señala que en los análisis se olvida una reunión que hubo un mes antes del Congreso. Allí 7 personas se reunieron para redactar el documento que puso al PSOE en el futuro. Ese documento garantizó la supervivencia del partido y un proyecto para el país desde la izquierda. Le impactó el discurso que hizo Miterrand: "No pasará mucho hasta que ustedes tengan la capacidad de gobernar". "No había pensado que un día nos iba a tocar a nosotros gobernar un país. Nos anunciaron que tendríamos una responsabilidad enorme", señala.

Felipe recuerda que llegó tarde al Congreso después de un viaje en el que salió por la frontera del norte de Portugal. Recuerda que allí había una conexión con los deseos de la sociedad española. "La imagen del PSOE la encabezábamos nosotros, el grupo", mantiene.

"Afrontamos el Congreso con Redondo como candidato pero salimos de allí con González"

Cuenta Alfonso Guerra que cuando se reunieron antes de aquel congreso tenían claro que el secretario general iba a ser Nicolás Redondo pero cuando volvieron a Sevilla alguien se preguntó qué pasaría si Nicolás no quisiera. "Llegamos a Suresmes con Nicolás Redondo como secretario y salimos de allí con González como secretario porque Nicolás no quiso", explica.

Felipe González: "No me han invitado al congreso federal del PSOE pero no me preocupa"

Sobre el próximo congreso federal del PSOE que se celebra dentro de un mes en Sevilla, señala Guerra que "hay gente que parece que quiere volver a la dictadura en cuanto uno tiene una opinión distinta que mantiene otro". Felipe González no tiene conciencia de haber sido invitado al Congreso aunque no le preocupa. Tampoco ha sido invitado Guerra y pienso que no le invitarán.

"Ya pasó en la conmemoración del 40 aniversario del triunfo electoral. Me pareció insólito que en aquel momento Alfonso Guerra no estuviera allí. Que 40 años después desaparezcan los protagonistas... recuerdo que comenté eso con una de las personas de peso en esa dirección: "Dije, se puede hacer peor pero se necesita mucho esfuerzo para hacerlo peor", recuerda González.

"Nosotros nunca renunciamos a la autonomía estratégica del partido. Digo que se debe tener vocación mayoritaria porque uno debe ofrecer un proyecto a la sociedad que sea aceptable para la mayoría social. "Hay quien dice que no hay nadie que pueda sustituir a Sánchez. La política no resiste el vacío, podría no ser Sánchez. Podría no ser Sánchez y habría candidatos con envergadura para serlo en el partido. Tengo en la cabeza varios, pero si lo que sale de mi cabeza se conoce públicamente está muerto".

El debate de la amnistía

Comprende Felipe González que "vivimos tiempos de inmensa confusión", relativos a la aprobación de la amnistía. Apunta que desde el principio hubo discrepancias con la aprobación de la ley. "Alfonso creía que con la amnistía había un delito de rebelión y yo creía que era de sedición. Quien cambia es la dirección que afirma que es una rebelión, que la sedición no es suficiente y no hay posibilidad de amnistía. Lo vivimos ahora en el recurso al TC. El anterior ministro de Justicia Campos definió muy bien lo que eran los indultos", establece.

"La amnistía es pedir perdón del que ha atentado contra la igualdad de los españoles, contra la propia Constitución". No ve posible dar el paso de pedir perdón porque no hay ninguna razón y deslegitima frente a todos. "Nosotros no hacíamos un comité federal que durara menos de un día y medio y ahora no los hay que duren más de una hora y media", añade. En sus comités solo podían intervenir quienes tenían que hacer críticas a la dirección. "Habría menos confusión entre los militantes si supieran cuáles son las posiciones de verdad y eso fuera contrastable".

"Pactamos con Puigdemont porque viene la extrema derecha, pero oiga Puigdemont también es extrema derecha"

Alfonso Guerra cree que renovarse siempre le viene bien a todos los partidos. El momento actual le recuerda a 1934 que fue "el más enredado de la historia del PSOE". "En aquel momento se avisa que va a venir la extrema derecha y el PSOE reacciona diciendo para impedir que la derecha se uniera a la extrema derecha y hacen la revolución del 34". Considera que "ahora estamos un poco igual, si vine la extrema derecha pactamos con Puigdemont, oiga que Puigdemont también es extrema derecha".

Recuerda Guerra que la garantía de una renovación no es que los partidos pasen por una derrota electoral. La garantía de una renovación es "que la gente se plantee las cosas con serenidad y haya libertad sin que se interprete cualquier crítica". Asegura que en los partidos de la izquierda los militantes tienen la obligación de señalar las críticas. Define a Nicolás Redondo como un buen socialista y considera que hay muchos socialistas sin carné del partido como él.

¿Se puede gobernar sin presupuestos?

Cree Guerra que gobernar sin el Parlamento es imposible en democracia y mantiene que fue un lapsus de Sánchez cuando dijo que se gobernaría con o sin el concurso del parlamento. Recuerda González que en el 96 tuvo que anticipar las elecciones porque Jordi Pujol se negaba a apoyar los presupuestos. "El presupuestos no es más que el retrato en cifras que lo que un Gobierno está dispuesto a hacer".

Las medidas de Guerra para mejorar la calidad de la democracia

Afirma Guerra que la democracia en España ha sufrido una pérdida de calidad. Esa pérdida de calidad se puede resolver con muchas medidas, asegura. Una de las medidas que propone es que los grupos de la oposición puedan preguntar al Gobierno. Todos vemos que "esto termina con un rifirrafe entre los que no tienen que ver con el tema de la pregunta". Pongamos la llamada a la cuestión y cuando un diputado se desvía el presidente de la Cámara le llame a la cuestión y si no va a la cuestión se le quita la palabra.

Propone además que cuando el Gobierno dé una rueda de prensa para explica lo que acaba de hacer en Consejo de ministros, que en esa comparecencia no pueda hablar de la oposición. "Esto beneficiaría a la política en general".

Modificación de la ley que acorta las penas de los etarras

La reforma de la Ley sobre intercambio de información de antecedentes penales permitirá a 44 presos etarras salir antes de la cárcel. Apunta González que si hay una directiva europea lo razonable es aplicarla. Si la directiva dice que se deben acumular las penas por cumplimientos de delitos esta se debe plantear. "¿Se puede plantear seriamente cómo se trata el tema de la desaparición de ETA como organización terrorista que mata?", se pregunta.

Pide un debate serio para que la sociedad española se plantee estas medidas con condiciones. Entre otras cosas que pidan perdón y ayuden a revolver los casos que no están resueltos.

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