Mujeres ante el Espejo

Fátima Gismero: "La repostería es sensibilidad, amor y cariño"

La alcarreña que recibió el premio al mejor pastelero revelación en Madrid Fusión, se sienta en nuestro Espejo.

>

Fátima Gismero Agudo no para de sonreír en toda la entrevista. Con 39 años, soltera, sueña con ir a una plantación de cacao. Su libro preferido es La enciclopedia de los sabores y elige para nuestro encuentro un tema de Alejandro Sanz: Tu letra podré acariciar. Nos cita en un lugar increíble de Guadalajara, el Palacio del Infantado.

Respuesta.- Quería hacer aquí la entrevista porque para mí es muy importante Guadalajara, es la ciudad donde nací y el Palacio me parece que es el monumento más bonito que tenemos para visitar.

Pregunta.- ¿Cómo se te ocurre hacerte pastelera?

R.- Porque mi abuelo y mi padre son panaderos. Yo ya lo llevaba en la sangre, ya lo había avisto y entonces decidí estudiar pastelería.

P.- ¿Por qué vuelves a ese pueblo? ¿por qué volver a Pioz?

R.- Estuve muchos años fuera de casa y yo siempre que venía a Guadalajara me iba llorando. Una cosa siempre tuve clara, es que cuando mis padres se jubilaran yo volvería a cas aporque yo no quería dejar perder el negocio familiar. Y al final, yo siempre digo, que los astros se alinearon y me lo concedieron.

P.-. Tú has querido ir un poco más allá de lo que fueron tus padres...

R.- Si, siempre he querido aprender y siempre quiero seguir aprendiendo.

P.- Y de pronto te dan un premio en Madrid Fusión.

R.- Sí. Para mí es algo, no se cómo explicar. Es algo maravilloso. Es algo que nunca en mi vida hubiera imaginado y todavía ni me lo creo.

P.- Explícanos cómo es ese postre.

R.- Decidí hacer la almendra, porque es el fruto seco por excelencia que hay en Castilla La Mancha. Hicimos un molde de una almendra y dentro la almendra en distintas texturas y en distintas técnicas. Desde un bizcocho que es lo primero que nos enseñan a hacer en clase cuando vas a la escuela, hasta un cremoso que está hecho con inulina.

P.- Ha debido haber mucho esfuerzo por tu parte hasta llegar ahí.

R.- Con 16 años me fui a estudiar a Madrid y estuve 3 años. Luego más tarde me fui a Barcelona. Estaba de directora en una escuela de pastelería y esta empresa distribuía las texturas de Albert y Ferrán Adriá, siempre utilizando productos de cocina molecular e ir innovando.

P.- ¿Cómo saben tus torrijas?

R.- No. Mis torrijas son normales. Mis torrijas son la receta de mi abuela y eso sí que sí. Hay cosas que mira, si no las podemos mejorar es mejor dejarlas como están. (RISAS)

P.- Hay un postre al que le tienes especial cariño.

R.- Para mí era muy importante hacer algo en mi casa y que fuera dedicado a los alcarreños y era hacer unos bombones de miel de Guadalajara. Y al final, bueno, el resultados son mis abejitas. Si de algo me dicen que de qué estoy orgullosa, pues digo, de mis abejitas.

P.- ¿Y qué ha supuesto para ti ese premio de Madrid Fusión?

R.- Una responsabilidad. Yo ya siempre he sido muy exigente conmigo misma, pero ahora soy todavía más exigente y quiero que esté todo siempre perfecto.

P.- El mundo de la cocina ha sido siempre un mundo en el que trabajaban las mujeres, pero en el que figuraban los hombres.

R.- No he tenido nunca ningún problema en ese sentido, pero sí que es cierto que hay diferencias. Pero cada vez hay muchas más mujeres. DE hecho en las escuelas, cuando yo empecé, recuerdo que éramos super poquitas chicas. Ahora veo y digo hay más chicas en el obrador que chicos. Y me parece maravilloso.

P.- ¿Qué aportáis las mujeres al mundo de la pastelería?

R.- La repostería es sensibilidad, y es amor, es cariño. Para mío lo que aportamos es la pasión por el oficio.

P.- Cuando vas de cena a una casa de amigos, supongo que el postre lo llevas tú.

R.- Hombre, por supuesto. Que no haya otro que no sea mío. (RISAS)

P.- tiene que ser agradable ver a la gente sonreír porque de alguna manera la repostería es como un poquito de felicidad...

R.- Lo mejor de esta profesión es que me digan "¡qué rico está!*

Fátima se muestra optimista con el papel futuro de la mujer en la sociedad española. "Estamos demostrando que da igual que seas hombre o mujer. Que lo importante es cómo tú eres y cómo tú demuestras tu trabajo". Sin embargo ve la maternidad como un problema con respecto a la trayectoria profesional. "Para mí la maternidad ni me la planteo. Es que no hay manera de conciliar. Si tú te quedas embarazada, tienes un embarazo de riesgo, te tienes que quedar en casa... ¿Quién trabaja? Los compañeros tienen hijos y sus mujeres son las que tienen los niños y ellos siguen trabajando en el obrador. Yo creo que nos queda mucho camino por recorrer. Vamos, vamos poco a poco, poco a poco, pero es a base de pico y pala. Tenemos que convivir en el respeto. En el respeto mutuo".

Más sobre este tema:

Cargando....