Víctimas del COVID-19
Extravían el cadáver de su padre y ahora tardará 2 meses en cobrar la pensión de orfandad
Claudia y su hermana, de 19 y 21 años, han perdido a su padre víctima del coronavirus. A ese sufrimiento hay que sumar que tras fallecer su padre el pasado 13 de abril el cadáver se extravió durante 10 días.
Lo último que supieron tras la muerte de su padre es que su cuerpo se encontraba en el Palalcio del Hielo de Madrid. Diez días después les informaron que el cadáver había sido incinerado. Estas hermanas necesitan el certificado de defunción para poder cobrar la pensión de orfandad, sin embargo, las demoras del extravío hacen que ese documento pueda tardar hasta dos meses en expedirse. La aseguradora con la que habían contratado el seguro de decesos les ha informado que es imposible tramitar antes la documentación para que puedan cobrar la prestación.
El padre de Claudia, José Antonio, tenía 53 años cuando perdió la vida. Trabajaba en un supermercado y estuvo muchos días ingresado en la UCI del Hospital madrileño Ramón y Cajal, hasta que su cuerpo no aguantó más.
Su hija hace un llamamiento a los empresarios "para que tengan a sus trabajadores a salvo y que no les expongan de forma innecesaria". "Los trabajadores se están jugando la vida por un salario", lamenta.
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