SOLO LIBRÓ A SU COMPAÑERA DE VACACIONES

El envenenador de la sidrería se ensañó con sus mejores amigos

Durante 9 años Andrés fue testigo de los problemas de salud y de las continuas recaídas de sus compañeros de trabajo. Los más perjudicados fueron, precísamente aquellos con los que les unía una amistad más estrecha.

Andrés, que pudo intoxicar a veinte compañeros con el medicamento Colme. Solo libró del envenenamiento a Eva, una mujer a la que Andrés conoce desde hace 20 años y con quien comparte ratos libres y vacaciones.

El resto de supuestos amigos fueron los más castigados. Yolanda Pérez, ayudante de cocina, llegó a estar en coma y, lo más dramático, sufrió un aborto. Perdió a dos niñas gemelas mientras pudo estar expuesta al medicamento. Fernando Navareño, cocinero de la sidrería, llegó a perder 30 kilos. Vomitaba todo lo que ingería y llegó a ser despedido por bajo rendimiento. Mientras, Benjamín Ménendez, camarero de El Lavaderu, tuvo varios ingresos hospitalarios y sufrió durante 6 años constantes dolencias.

Hoy los tres se preguntan por qué supuestamente Andrés minó su salud. Durante años estuvieron enfermos sin saber la causa. "Me hicieron pruebas de bulima, de anorexia, de todo tipo", se lamenta Yolanda. Vivió un verdadero calvario, pero lo más duro es que sufrió un aborto cuando pudo estar expuesta al medicamento. "El embarazo iba muy bien, incluso el peso de las niñas. El medicamento produce asfixia y a mí me da mucho que pensar". Los tres eran amigos de Andrés, el detenido. Él vió como sufrían. No encuentran ninguna explicación a su comportamiento.

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