Testimonios
El confinamiento dispara los ataques de pánico: "Empecé a pensar cosas muy raras"
El confinamiento para combatir el coronavirus ha sido la gota que ha colmado el vaso para muchas personas con enfermedades mentales. Las horas de encierro, la incertidumbre por la crisis sanitaria que vivía el país y el miedo al virus no han ayudado a las personas que suelen sufrir ansiedad.
Espejo Público ha hablado con dos personas que han visto comprometida gravemente su salud mental. El primer testimonio es el de una mujer que por verse sola comenzó a beber en casa. Pidió ayuda y sus familiares le hablaron de una clínica de desintoxicación donde le están ayudando a superar su adicción. "No tenemos consciencia de la importancia que tiene la salud mental para nosotros", señalaba.
Otro de los casos es el de un empresario que durante el confinamiento estuvo en "modo supervivencia' angustiado por lo que pudiera pasar en su empresa y los trabajadores. Apenas dormía ni comía pero aparentemente su organismo no lo necesitaba. Cuenta que cuando las preocupaciones pasaron cayó en picado. "Mi cabeza fue una tormenta emocional increíble, he pensado cosas raras". Actualmente también se encuentra ingresado en una clínica y asegura que le ha ayudado mucho escuchar los testimonios de gente que ha pasado por situaciones similares.
El psicólogo forense José Carlos Fuertes señala que "cuando el enemigo está presente el organismo pone en marcha la capacidad de afrontar el estrés y después se nota la bajada y se dan sentimientos de apatía y angustia. Es entonces cuando percibimos el esfuerzo que hemos hechos".
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