¿Hasta dónde estan dispuestos a llegar los aficionados por ver la final de la Champions?

La polémica está servida. La presencia por vez primera en la historia de dos equipos de la misma ciudad en una final de la Champions que, además se celebra en una capital relativamente cerca de los equipos participantes, han convertido en una locura la búsqueda de entradas.

La picaresca ha llevado a algunos a pedir hasta sexo a cambio de lograr una entrada. "En Internet hay de todo y se pueden encontrar mensajes que no son del todo ciertos, pero si hemos podido comprobar que hay gente que en cuanto les dices que no puedes pagar tanto dinero, te hacen una contraoferta ofreciéndote otro tipo de tratos", asegura una periodista de Espejo Público que ha logrado contactar con una de esas personas.

Hay que tener cuidado y saber muy bien a quien le compras la entrada. Lo sabe bien Manuel Romero, director de la página web tengoentradas.com. Ellos actúan como intermediarios entre el comprador y el vendedor para proporcionar una compra segura. "Hemos tenido que denunciar a la policía porque hay una banda que se está haciéndo pasar por nosotros para que la gente les compre las entradas", asegura el director de esta página.