Empleo

El discurso de un joven veterinario sobre la precariedad laboral: "Muchos de mis compañeros no llegaban a los 400 euros"

Roberto Cuesta trabaja como veterinario en Valencia. Cuenta cómo ha sido su incursión en el mundo laboral después de 5 años de carrera.

El paro juvenil aumentó un 4% el año pasado (2023) respecto al año anterior (2022) dejando datos preocupantes en esta categoría. España se encuentra en una posición preocupante en cuanto a la tasa de paro juvenil. Se sitúa a la cola en comparación con otros países europeos.

Roberto Cuesta es un joven que vive en Valencia y ha terminado la carrera de veterinaria. Recientemente ha hecho prácticas en el centro veterinario más grande de la ciudad. Cuenta que con el contrato de formación ha estado cobrando en torno a los 1.000 euros y se siente afortunado porque otros de sus compañeros apenas rozaban los 400 euros.

Ahora tiene un contrato indefinido y cobra unos 1.500 euros al mes contando todos los extras de las noches. Después de 5 años estudiando una carrera para la que se exige una de las medias más altas del catálogo académico se ha encontrado con un sueldo que no alcanza sus expectativas.

"Este es un sector donde existe mucha competencia entre clínicas"

Reconoce que se encuentra trabajando en un mercado donde hay mucha competencia entre clínicas. En su sector trabajan en un presupuesto bastante cerrado que es inferior a lo que cuestan "las pruebas que necesitas para abordar cualquier tipo de caso y tratar al animal con una capacidad que permita un abordaje total", señala.