'La Revuelta'

Diego Revuelta localiza a Oswald Aulèstia, 'el mayor falsificador de obra gráfica': "Me han mirado hasta el agujero del culo y no han encontrado denuncias"

El periodista Diego Revuelta entrevista al hombre calificado como el mayor falsificador de obra gráfica de la historia. Él se define como un pirata que hacía lo que le pedían.

 Diego Revuelta se ha sumergido en el mundo de la falsificación de la obra gráfica con uno de los maestros del engaño: Oswald Aulèstia. A este pintor le han buscado policías de España, Italia y EEUU. Este artista se dio cuenta pronto de que se ganaría mejor la vida como falsificador que como autor de sus propios cuadros. En 218 fue detenido, EEUU pidió su extradición e ingresó en prisión.

Carlos Gil es el inspector jefe de la unidad del crimen organizado que ha estado detrás de la pista de Oswald durante 20 años. Cuenta que es un gran pintor que puso su arte al beneficio de la falsificación. "Es uno de los mayores falsificadores especialmente en las firmas, que son muy conseguidas", señala.

A este pintor acabaron pillándole porque durante una época varios particulares mandaban a 'expertizar' obras a la fundación Miró o a Tapies. Los agentes ven que se han hecho este tipo de ventas en EEUU. "Allí el FBI pone en marcha una investigación por un fraude de falsificación de obra gráfica. Él iba firmando las obras a demanda", explica.

Un pícaro con una voz potente y una potente pintura

Su entorno le describe como alguien pícaro y "un personaje con una potente voz y potente pintura". Su amigo y abogado Francesc no cree que Oswald sea uno de los mayores falsificadores, sino que se ha aprovechado de algunas fisuras. "Vio que la obra gráfica era un mundo de posibilidades para enriquecerse rápidamente", afirma.

"Que yo sea un pirata no quiere decir que yo sea el mayor falsificador de la historia"

Revuelta ha charlado con Oswald. No se considera el mayor falsificador de la historia, sino un marchante y galerita por encargo. "Yo hacía lo que me pedían", afirma. Recuerda que en una ocasión un mercante italiano se inventó que su mujer era amante de Joan Miró y hacía ver que conseguía obras originales a través de ella. "Me han llegado a mirar hasta el agujero del culo pero nunca han encontrado una denuncia en todo este tiempo", señala.

Cree que los particulares que dudan de la autenticidad de sus cuadros no llegan a denunciar "porque prefieren tener con dudas una obra de un gran maestro que no la obra hecha por una falsificador". Afirma que a día de hoy existen miles de cuadros falsificados que sus dueños desconocen.

Los famosos de Hollywood que cayeron rendidos ante Oswald

En su estancia en EEUU vendió algunos de sus cuadros a grandes estrellas de Hollywood como Silvester Stallone, Al Pacino o Madonna. Cuenta que esta última tenía una encargada y su mercante tuvo que gastarse 1.000 euros en una habitación del hotel "y meterle un polvo para que comprase una caja de metacrilato por 30.000 dólares". Apunta demás que "el 50% de la obra que está en los museos y fundaciones es atribuida".