Ahogados por los precios

Descubrimos la reduflación, los productos con menos cantidad al mismo precio

Las asociaciones de consumidores denuncian que entre un 5 y un 10% de nuestra cesta de la compra está afectada por la reduflación. Es decir menos cantidad de producto en el mismo envase y al mismo precio. Incluso en ocasiones a un precio más elevado,

Con la inflación un nuevo concepto ha llegado a nuestras vidas: la reduflación. Aquí se cuela la picaresca de las marcas. La cuestión es que los consumidores sí suelen mirar el precio de lo que compra, pero no estamos tan pendientes de la letra pequeña, de los gramos del producto que estamos comprando. Y aquí entra en escena la reduflación: Algunas marcas, se calcula que un 10%, ponen menos cantidad de la habitual en un envase que hace un año. No se altera el precio de venta, pero realmente estamos pagando más porque nos venden menos producto. El término proviene del Reino Unido. En España sería la unión entre inflación y reducción.

Patatas fritas, galletas, cosmética

Podemos encontrarnos con bolsas de patatas fritas con más aire y menos patatas, sobres de embutido con menos lonchas, menos cantidad de galletas o de yogurt. Es más habitual de lo que pensamos. Dónde más encontramos esa reduflación es en los productos de alimentación, cosmética y droguería. Otro ejemplo: en la misma botella de lejía, que antes pesaba un litro y medio, ahora sólo hay 1,430 pero el envase es exactamente igual. O el relleno de algunas galletas que ahora es menor. Lo mismo ocurre con algunos geles y champús de litro. Se trata de una estrategia comercial poco ética o engañosa pero sí es legal siempre y cuando las empresas reflejen la nueva cantidad en los envases. Aunque el precio no suba el impacto sobre el consumidor es similar ya que limita su poder adquisitivo.

La denuncia de las asociaciones de consumidores

Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios denuncia que muchos fabricantes están reduciendo el contenido de sus envases entre un 5% y un 10% para despistar a los compradores y que no noten la subida del precio. ¿Cómo combatirlo? Pues ya no solo hay que fijarse en el precio de nuestra cesta de la compra sino también en el gramaje o el precio por unidad de medida, ya sea kilos, gramos o litros. No nos podemos fiar del envase o confiar en nuestra marca de siempre sino comparar con otros productos similares. En el fondo es encarecer el producto para que el consumidor no se de cuenta. Una subida de precios camuflada. Jordi Aymerich, profesor de Márketing de la universidad de Barcelona y experto en reduflación, nos cuenta que la reduflación va a más "esta práctica ha ido en aumento en los últimos años por el crecimiento de la inflación. Le llamamos la inflación invisible". " Es una práctica legal pero no del todo transparente"

Y atención: hay un nuevo término: cheapflación, que consiste en las empresas que cambian o reducen los ingredientes e incluso cambian el método de fabricación para que esta manera, puedan seguir reduciendo sus costes.