TRES ELECCIONES EN CINCO AÑOS
El desafío soberanista ha caracterizado los mandatos de Artur Mas
Artur Mas se definió a si mismo como "astuto". En Espejo Público recorremos los últimos cinco años de Gobierno del President de la Generalitat. Tres elecciones en 5 años en los que la deriva soberanista ha ido tomando cuerpo.
Han sido cinco años de continuo desafío, de pulso al Estado. Artur Mas ganaba por amplia mayoría las autonómicas del 28 de noviembre de 2010 en las que Convergencia i Unió consigió 62 diputados. Mas se convirtó en el presidente número 129 de la Generalitat.
En plena crisis, su gobierno emprende un duro programa de ajustes. Se recorta en la Sanidad y en otros servicios públicos. En la calle, como en el resto de España, los indignados protestan contra las medidas de austeridad, en junio de 2011 cercan el Parlament cuando iban a aprobarse los presupuestos. Artur Mas tiene que llegar en helicóptero. Los planes de ahorro asfixian la economía catalana. El gobierno autonómico echa balones fuera y achaca todos sus males al Estado. Se extiende el mantra de "España nos roba".
La diada de 2012 se convierte en un acto masivo a favor de la independencia, Mas se compromete a crear estructuras propias de un estado, el Parlament propone un nuevo pacto fiscal de Cataunya con España, pero Rajoy en un encuentro con Mas deja claro que un nuevo concierto económico sería incompatible con la Constitución. La respuesta del President es fulminante, convoca elecciones autonómicas, las segundas en dos años.
El 25 de noviembre de 2012 CiU pierde 12 diputados respecto a las anteriores, pero Mas con el apoyo de Esquerra Republicana consigue ser investido. Mas redobla la apuesta, en diciembre de 2013 anuncia la doble pregunta que se planteará al pueblo catalán. ¿Quiere que Cataluña sea un estado y en caso que sí que sea un estado independiente?. La consulta, impugnada por el TC se celebra finalmente y 1.850.000 personas apoyan la independencia. Mas anuncia, de nuevo, por tercera vez elecciones autonómicas. Después de 38 años, corta la relación con Uniò, contraria al proceso independentista, y con la República catalana como objetivo crea Junt pel Sí con ERC y otras entidades independentistas. Desde entonces la autodeterminación eclipsa en Cataluña cualquier otro aspecto político o social, excecto la corrupción, con clan de los Pujol y el presunto 3% de Convergencia en el punto de mira de los jueces.
El pasado 27 de septiembre Junts pel sí consiguió 62 escaños, los mismos que logró en solitario CIU en 2010 le faltan dos votos para poder ser investido.