Denuncian la estafa de su administrador, y éste se defiende en directo: "El dinero no está en mis manos"

Barea y Zango es la empresa acusada de estafar a estos afectados que han perdido miles de euros en derramas, cuotas y pagos de servicio básicos, mientras que las ganancias para el presunto estafador han podido llegar a ser millonarias.

Esta detención se habría producido el pasado 3 de octubre. Algunas de estas fincas administradas presuntamente fraudulentamente llevaban ahorrando para realizar operaciones como renovación de ascensores y rehabilitación de fachadas. Las derramas que se recolectaron iban destinadas a cubrir estos gastos de reformas, sin embargo, el arrestado se quedaba con los pagos de los propietarios.

En algunos de los casos, las estafas llegan a los 90.000 euros.

Los vecinos estuvieron sin agua, luz y ascensor durante cuatro días porque supuestamente la comunidad no disponía del dinero ya que era el administrador el que se lo quedaba.

Muchas fincas han tenido que hacer frente a gastos extraordinarios después de ver que sus cuotas acumuladas han desaparecido y que más allá de la situación económica, las fincas "han perdido su historia".

"Nos han quitado hasta la póliza del seguro del parking", asegura una de las víctimas.

Las alarmas saltaron cuando el presunto estafador dejó de pagar recibos.

Dos de las víctimas cuentan en directo la gran preocupación que sienten ante esta situación. Se dieron cuenta cuando obligaron a dar explicaciones a estos responsables y estaban cerradas sus oficinas.

Cristóbal Varea, presunto estafador: "El dinero no está en mis manos"

Más Espejo ha localizado al presunto estafador quien en directo ha confesado que es la víctima. Cristóbal Varea sigue viviendo en el mismo lugar y sigue con su vida. Según él, no le ha contactado nadie y también niega haber sido detenido. Él administrador apunta que todo lo que se ha dicho es completamente falso y que llegará hasta dónde sea prescindible para que se sepa la verdad.

Tiene alrededor de 350.000 euros en devoluciones que tiene que pagar, asegura, pero se queja de que hay muchos vecinos que no han pagado sus contribuciones. Aunque Cristóbal no ha querido mediar palabra con las presuntas víctimas, estas se quejan de que jamás les ha respondido.

Ante la tensión que surgía en plató por las declaraciones de las dos vecinas afectadas, el señor Barea se levantaba sin dar más explicación y se marchaba, sin contestar a las dudas de las que eran sus clientas: "Ya nos veremos en los tribunales", expresaba