Mini viviendas

La Comunidad de Madrid prohíbe la construcción de 'minipisos'

Ya han sido aprobadas las normas urbanísticas que afectan a la capital y prohíben la construcción de viviendas de menos de 40 metros cuadrados e intenta regular el cohousing y el coliving.

Ante la inexistencia de leyes que regulasen la cantidad mínima de metros que debe tener una vivienda, la Comunidad de Madrid ha aprobado una ordenanza urbanística para prohibir que se construyan viviendas de menos de 40 metros cuadrados. La realidad es que, hasta ahora, existía un vacío legal, ya que ni siquiera podía regularse el tipo de contrato que debía firmarse por el alquiler de estos pisos porque muchos de ellos son reconvertidos desde locales comerciales y lo que pretende la Comunidad es dar seguridad jurídica a este tipo de vivienda alternativa que tanto empuje está teniendo en los últimos años.

De hecho, ha habido un incremento excepcional en el número de viviendas de este tamaño en los últimos 20 años. En 2002 había unos 60.000 hogares de menos de 40 metros cuadrados y, los últimos datos apuntan que ahora hay más de 160.000 viviendas de estas características.

Otro de los objetivos de esta nueva normativa es regular el coliving (personas que comparten espacio en una vivienda) y el cohousing (viviendas más grandes en las que los habitantes tienen sus propios espacios privados, como zonas de dormitorios, pero comparten con otras personas áreas como la cocina u otras áreas de descanso como el salón).

¿Cómo es vivir en uno de estos minipisos?

Hemos estado con Arancha, una joven de 31 años residente en un minipiso en Madrid, y nos ha hablado sobre las luces y las sombras de este tipo de viviendas. Ella tomó la decisión de irse a vivir sola después de unos años compartiendo piso. "Pensé que el compartir piso y estar mucho tiempo metida en una habitación no merecía la pena en comparación con el espacio que tienes en una casa para ti sola por pequeña que sea". Arancha tenía una serie de prioridades y su minipiso las cumplía, está en pleno centro, cerca de puntos que le resultan de interés como teatros o museos, así como zonas de ocio y además el hecho de vivir sola dice que le proporciona una independencia y una tranquilidad que sólo así podría disfrutar.

A pesar de todo esto, vivir en un piso con tan pocos metros cuadrados también tiene lógicamente sus inconvenientes y, el primero de ello es la necesidad de "sacrificar espacio para ganar estabilidad económica", según nos cuenta Arancha, pero hay algunos más. Dice que una de las cosas para las que tienes que estar más concienciado a la hora de vivir así es que "tienes que ser muy ordenado en tu casa, porque todo está a la vista. No puedes dejar ninguna tarea para hacerla más tarde porque no puedes dejar de ver que, por ejemplo, tienes que recoger la cocina".

Sin embargo, la joven madrileña está muy feliz con su vivienda actual y asegura que "cuando vives en un espacio tan reducido aprendes a valorar más el espacio y, sobre todo, a apreciar lo que realmente es necesario para tu día a día".

Lo que sí que está claro es que, aunque a partir de ahora el tamaño mínimo de estos pisos deba ascender a los 40 metros cuadrados, este tipo de viviendas se ha convertido en la mejor alternativa para personas que prefieren vivir solas o parejas sin hijos, por la cada vez mayor dificultad de acceso a la compra de una vivienda.