Comienza la nueva legislatura en el Congreso, con caras nuevas y ausencias polémicas

El Congreso de los Diputados se viste de gala para acoger la apertura de las Cortes. El ya famoso baldaquino se convierte en uno de sus protagonistas. Testigo privilegiado que cubre de solemnidad el evento desde el año 1902, y además recibe por tercera vez a Felipe VI como Jefe del Estado, en el inicio de una nueva legislatura presidida por Pedro Sánchez.

La última ocasión en la que el dosel real se desplegaba, con el mismo motivo, corría febrero de 2020, en una renovada ceremonia que daba la bienvenida al primer Gobierno de coalición de la democracia Española, formado por el PSOE y Podemos.

El centenario tapiz ha visto desfilar bajo sus 130 metros cuadrados a una gran cantidad de figuras de la política nacional. En esta ocasión muchas de las caras que pasaron bajo él, ya no estarán presentes en el hemiciclo. Y es que esta celebración democrática, a lo largo de los años ha presenciado el paso de forma más o menos fugaz a políticos de partidos dispuestos a renovar la propia democracia, que se las prometían muy felices, y estuvieron presentes poco tiempo en la primera línea de la política nacional. Servirían de ejemplo el caso de Pablo Casado, del Partido Popular, y de Albert Rivera o Inés Arrimadas, de Ciudadanos, quienes han sido algunos de los protagonistas de los últimos años y hoy ya no estarán presentes.

También ha dejado escenas para la hemeroteca tales como la de Pablo Iglesias, como vicepresidente del Gobierno, y Alberto Garzón, como ministro de Consumo, aplaudiendo a Felipe VI, mientras los congresistas de sus partidos no lo hacían desde la bancada. Y además ha dejado para el recuerdo palabras como las de Pablo Echenique reconociendo la valentía del Jefe del Estado en su anterior discurso.

Ayer y hoy, los hechos más polémicos posiblemente los encabecen congresistas, elegidos por el pueblo en las últimas elecciones generales como representantes, y que no acudirán al acto de apertura de la legislatura de este miércoles como protesta y reivindicación de su postura republicana e independentista, como pueden ser los diputados de Esquerra, Bildu, BNG, etc.

En relación a estos hechos, Alberto Núñez Feijoo, líder del Partido Popular, previamente al inicio del acto denunciaba ante los medios a estos parlamentarios por "no cumplir con sus obligaciones laborales".

Queda para la incertidumbre saber si, desde hoy, tendremos que esperar otros cuatro años para volver a ver el baldaquino desplegado de lo alto del Congreso de los Diputados. O si por el contrario habrá necesidad de desempolvarlo antes, dada la inestabilidad que podría padecer un Gobierno con tantos socios como el que arranca hoy su andadura.