Vertido de pellets

La Cofradía de Pescadores de Porto do Son pide tranquilidad ante la crisis de los pellets

Laura Longueira, de la agrupación de pescadores de Galicia, asegura: ”Cómo se traslade la información es fundamental para crear o no alarma. Nosotros intentamos calmar a la gente y limpiar”.

Con 90 sacos de pellets recogidos y otras casi tres toneladas de diferentes plásticos, los marineros empiezan a hacer balance de lo sucedido estas últimas semanas. Laura Longueira, de la Cofradía de Pescadores de Porto do Son, en la provincia de A Coruña, Galicia, explica que la limpieza continúa en los arenales aunque la tarea es ardua. “Se trata de un trabajo muy minucioso, son plásticos muy pequeños y difíciles de recoger, pero también está sirviendo para que se limpien otros plásticos que llevaban más tiempo aquí y a los que nadie prestaba atención”, dice.

Un problema recurrente y con trayectoria

Y esa es la realidad, los desperdicios recogidos evidencian que este no es un episodio aislado. “Que haya plásticos en el mar ha pasado toda la vida. Si quitásemos el tapón figurado del mar y lo vaciásemos, veríamos que hay muchísimo plástico. Lo que hay que hacer es limpiarlo y no crear alarma”, explica Longueira.

Absolutas garantías

Y esto último, la sobredimensión del asunto, es lo que más preocupa a colectivos de pescadores como el suyo. ”Como se traslade la información es fundamental para crear o no alarma. Nosotros intentamos calmar a la gente y limpiar”. Son muchos los compañeros de Laura que estos días se lamentan del tratamiento de la crisis de los pellets. “Tenemos que apelar a la tranquilidad y animar a que se siga consumiendo pescado y marisco de nuestra aguas, pescado gallego que es el mejor”, presumen desde la cofradía.

Mientras continúa la limpieza, las mareas parece que están desplazando los plásticos a las costas de Asturias y Cantabria, pese a ello, la recogida de desperdicios sigue en marcha. El Gobierno gallego cuenta con unos 300 operarios en diferentes arenales de la comunidad, con 8 embarcaciones y 2 helicópteros. A estos medios se suman los municipales de las localidades afectadas y los voluntarios que colaboran en la retirada de estos pequeños plásticos.