EDUARDO Y GLORIA BUSCAN A SU HIJA DESDE 1990
El caso de la primera denuncia por bebés robados en España
Eduardo y Gloria sospechan que la niña moribunda que les enseñaron en el hospital de Granada no era la suya. Han podido comprobar que el cuerpo que enterraron no correspondía al de su hija. Interpusieron la primera demanda en España por robo de bebés
Eduardo y Gloria tuvieron una hija en 1990 en el hospital Clínico de Granada. A los cuatro días les comunicaron que la niña había fallecido. Años después los análisis de ADN confirmaron categoricamente que no se trataba de su hija. Sospechan que fueron víctimas de un cambiazo, que se quedaron con su bebé sano y les entregaron uno agonizante. Gloría tuvo un embarazo normal, no ingresó en el hosìtal para dar a luz, sólo para una revisión.
"Una matrona llegó y me rompió la bolsa. Al rato llegaron unos celadores que me dijeron que había sufrimiento fetal y que había que hacer una cesárea urgente", asegura Gloria. Sin embargo tardaron horas en practicarle la cesárea porque había que esperar a un doctor. Eduardo sólo pudo ver la cara de su hija un instante, la subieron urgentemente a la UCI.
La niña nunca salió de la incubadora. Falleció a los pocos días a causa de una extrañísima enfermedad del hígado que nunca convenció a los padres. "Íbamos rebatiendo cada una de las enfermedades que los médicos nos contaban y ellos cada vez nos decían una. Por eso, siempre nos hemos quedado con la duda de que no nos estaban diciendo la verdad", dice Gloria.
Eduardo ha dedicado parte de su vida a esclarecer los hechos. Aquel electricista, se ha convertido en abogado y en un tenaz investigador en busca de respuestas. ¿Por qué tardaron tanto en atender a su esposa? ¿A qué médico esperaban?. "Este doctor está condenado en el 93 por hechos que ocurrieron en el 90, no por un robo de bebés pero sí por una adopción irregular". El ginecólogo en cuestión fue condenado pore ello a dos años de prisión, suspendido de su empleo y multado con 100.000 pesetas. Eduardo quiere saber si este ginecólogo intervino en el parto de su hija.
La teoría del cambiazo va tomando cuerpo y en 2009 sucede algo definitivo. Consiguen permiso para exhumar los restos enterrados en el cementerios de San José. Eduardo y Gloria acuden con un notario y un técnico de un laboratoiro genético. "Se levantó acta notarial y los restos se los llevó un laboratorio de Madrid. Nuestra sorpresa viene cuando no solo este laboratorio, sino otros, nos dicen que los restos no pertenecen a nuestra hija", dice Eduardo. ¿Entonces quién era la niña enterrada? ¿Por qué en la tumba aparecían flores de manera anónima?. "Durante tres años aparecía un ramo de flores bancas en el medio de la tumba, afirma la madre.