Eurocopa

Un cardiólogo aconseja cómo ver el partido de la Eurocopa sin riesgos para el corazón: "Emoción sí, pero con control"

La Selección se juega este martes a las 21:00 horas frente a Francia el pase a la final de la Eurocopa. España volverá a respirar fútbol con los nervios en tensión tras la angustia y la emoción del partido del pasado viernes contra Alemania ¿Qué ocurre en el cuerpo en esos momentos en los que parece que se nos va a salir el corazón del pecho?

El jefe del servicio de Cardiología del Hospital Ramón y Cajal, José Luis Zamorano, nos da la respuesta. Explica que cuando tenemos emociones importantes, como las vividas durante el partido de España contra Alemania en los cuartos de final, se produce un aumento de la frecuencia cardíaca: "podemos notar taquicardia, que nos sale el corazón de la boca o percibir el latido en el cuello". "Es una reacción fisiológica normal ante cualquier emoción", apunta.

El corazón late 100.000 veces al día y expulsa 7.000 litros de sangre diarios, aproximadamente. Cifras que pueden variar si se viven emociones fuertes o instantes de intranquilidad.

Estas situaciones promueven la generación de catecolaminas, hormonas producidas por las glándulas suprarrenales importantes para responder al estrés. Son en estos momentos cuando se suele decir que una persona tiene mucha adrenalina. "No es que sean nerviosos, sino que notan esa sensación de estrés cardíaco", afirma el catedrático de Cardiología.

Emoción vs. riesgo para el corazón

Las emociones, las celebraciones, la felicidad... son momentos que se recuerdan para toda la vida, pero hay que tener cierto control. Zamorano alerta que "ante un estrés muy importante, bien sea por una muy mala noticia o por una excelente noticia, pueden ocurrir incluso infartos". "Cuando llevamos al extremo esa emoción hay una producción de catecolaminas que puede ocasionar algún evento cardiovascular", añade.

¿Y en caso de padecer enfermedades coronarias?

El doctor apunta que ver el partido es incluso beneficioso para las personas, ya que, insiste, "los momentos de felicidad son los que vamos a recordar". En todo caso, indica que "hay que saber ponerse las gafas de ver la vida y saber controlar esa emoción y decir: "voy a disfrutar sin que sea malo para mí"". El catedrático de Cardiología destaca, además, que habitualmente este tipo de celebraciones son muy colectivas en las que se suelen consumir tabaco y bebidas alcohólicas; un ambiente que puede facilitar aún más que se produzcan problemas en el corazón y los vasos sanguíneos. "Felicidad sí, emoción sí, pero con control", concluye.