HINCHAS DEL FÚTBOL

El capo de los ultras del Inter que sembraron el pánico en Madrid es sobrino de un mafioso italiano

Un periodista de Más Espejo pasa un día infiltrado entre los ultras del Inter de Milán, que utilizan el fútbol para cometer otros delitos como el tráfico de drogas, la extorsión, el cobro de deudas y la venta de entradas.

Madrid vivió este miércoles auténticos momentos de tensión. Desde las 13:00, más de 3.000 personas irrumpieron en las calles de la capital con actitud agresiva: gritando, rompiendo cosas y con miradas desafiantes. Eran los ultras del Inter de Milán, más conocidos como "Curva Nord", uno de los grupos más violentos de Europa. La tensión en las calles aumentó con el paso de los minutos, llegando incluso a intervenir la policía.

Adrián (nombre falso para preservar su identidad) se ha infiltrado 24 horas entre estos hinchas, que han venido a España por el partido de la Champions League con el Real Madrid. Este periodista de Más Espejo califica a los grupos como "empresas del crimen". Tras pasar un día con ellos, asegura que la policía está preocupada por el repunte de los movimientos ultras en Europa.

Se trata de sociedades jerarquizadas y organizadas que utilizan el fútbol para cometer otros delitos como el tráfico de drogas, la extorsión, el cobro de deudas y la venta de entradas. De hecho, el capo es sobrino de un importante líder de la mafia.

En Europa algunos de estos grupos están asociados a la extrema derecha, tienen sensación de clan y están conformados como estructuras militares, que pueden ser es tanto de extrema derecha como de extrema izquierda. Este último es el caso de los ultras de Marsella, que este jueves han llegado Villarreal por el mismo motivo que los "Curva Nord".

Los ultras de Marsella obligan a suspender las clases en Villarreal

Por prevenir y evitar problemas con ellos, desde las 15:00 se han suspendido las clases en los seis colegios de la ciudad castellonense. Y es que el partido entre el Marsella y el Villarreal ha sido considerado de alto riesgo. Las fuerzas de seguridad del estado han desplegado un dispositivo especial con más de 100 agentes uniformados. Se han cortado las calles al tráfico y se ha levantado un cordón policial para evitar altercados.