Grabaciones ilegales

Cámaras ocultas en habitaciones de hotel y en baños: varias personas detenidas

La sorpresa y la indignación de una pareja de turistas al descubrir una pequeña cámara escondida en un reloj de su habitación de hotel fueron mayúsculas.

Una pareja presentó una llamativa denuncia ante la Guardia Civil, por lo que descubrieron en un local del municipio de Bóveda, en la provincia de Lugo. Acababan de descubrir una pequeña cámara de vídeo en su habitación de hotel. El dispositivo de grabación no era consecuencia de ningún olvido o despiste del cliente anterior.

Estando ya en la cama, a la pareja le extrañó un raro reflejo que provenía de un reloj colgado en la pared de su habitación. Al inspeccionarlo descubrieron que en su interior había una cámara escondida, la cual se conectaría de manera inalámbrica a un ordenador. Acto seguido informaron a los responsables del alojamiento.

La sospechosa reacción del dueño

La incredulidad de los huéspedes fue en aumento por el comportamiento que habría tenido el mismo dueño del hotel. Tras lo sucedido el gerente les llegaría a ofrecer la gratuidad de su estancia, así como una cantidad de dinero de unos 300 euros, supuestamente tratando de comprar su silencio y que se olvidaran de lo ocurrido.

La pareja no sólo no podía dejar pasar lo sucedido sino que tampoco estaban dispuestos a ello. Inmediatamente después interpusieron la correspondiente denuncia ante las autoridades.

La punta del iceberg

La Guardia Civil inició de inmediato una investigación que se saldaba con el hallazgo de más cámaras ocultas en otras habitaciones del alojamiento. Los agentes encontraron numerosas grabaciones en el domicilio del gerente en cuestión y se hicieron también con varios ordenadores, cámaras y otros dispositivos electrónicos.

La abogada especializada en criminología, Beatrizde Vicente, explicaba los delitos en que habría incurrido este individuo. Por cada persona afectada por las grabaciones, el autor de los hechos se enfrentaría a una pena de 4 años de prisión por 'revelación de secretos'. Así, de descubrirse, como sería presumible en un negocio de estas características, que los afectados sean muchos, la condena podría sumar unos cuantos años de encarcelamiento. Además podría darse el agravante de que esas cámaras estuvieran enfocando directamente a la cama de las habitaciones.

Un caso similar

Por otra parte, y también esta semana, se descubría otra cámara escondida esta vez en los servicios de una farmacia de Tarazona, localidad de Zaragoza. En esta ocasión las personas afectadas serían supuestamente muchas menos, dado que esas instalaciones estarían destinadas exclusivamente al personal del establecimiento.

La persona supuestamente tras este otro caso sería el informático que daría servicio a la farmacia.

Las consecuencias, hasta de consumir ese contenido

Las investigaciones de la Guardia Civil se han saldado hasta el momento con la detención de varias personas vinculadas con cada caso, que serían totalmente independientes y no tendrían ninguna conexión entre sí.

La experta en criminología añadía información sobre el consumo de este tipo de material a través de internet, que puede llegar a constituir también un delito, de conocerse que se trata de grabaciones obtenidas sin consentimiento de los protagonistas. Además, según explicaba Beatriz, compartir o difundir las imágenes sí que representaría una infracción de la ley actual.

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