LA MARCA SE NIEGA A INDEMNIZAR A LOS EMPLEADOS

Así se fraguó la ruina de Blanco: el imperio textil que podía haber hecho sombra a Amancio Ortega

Hasta hace menos de 6 meses las tiendas Blanco estaban por toda España e incluso fuera de nuestras fronteras. Era todo un imperio textil con más de 300 franquicias y 3.000 empleados. De la noche a la mañana la situación de la empresa cambió drásticamente: una pésima gestión provocó la ruina y caída del Imperio Blanco.

Blanco llegó a tener más de 300 tiendas y cerca de 3.000 empleados. Facturaba casi un millón de euros al día. Este imperio que soñaba en convertirse en Inditex acabó derrumbándose.

Blanco era una de las diez marcas más importantes de la moda española. Vendía diseños al alcance de muchos bolsillos y que marcaban tendencias.

Su facturación batía records, en el ranking de ventas se encontraba entre las primeras. En 2012 llegó a facturar 315 millones. Una mala gestión hace que la empresa entre en concurso de acreedores, en ese momento la deuda asciende a 133 millones. En 2014 aparece Alhokair, un grupo saudí que rescata Blanco, con fondos solventes prometen resurgir la marca pero sólo un año después cierran con pérdidas de casi 22 millones de euros.

Blanco comienza a ser un activo incómodo. El pasado mes de septiembre, el grupo saudí decide tirar la toalla y la plantilla, 835 trabajadores reciben su primer mazazo, un expediente de regulación de empleo. Ahora luchan por cobrar lo que les corresponde y han creado una plataforma de afectados. La contienda sigue abierta y afrontan un incierto futuro. La empresa que compró la marca española Blanco se lava las manos y no quiere indemnizarlos.

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