EL AGUJERO QUE DEJARON LAS CAJAS
Así se ha producido el desfalco de las cajas de ahorro españolas
Las Cajas de Ahorro llegaron a tener un poder y una presencia en España abrumadores. La mala gestión de las cajas están dando muchos quebraderos de cabeza a la economía.
Las Cajas de Ahorro llegaron a tener un poder y una presencia en España abrumadores. En el mapa financiero de nuestro país en el año 2009, de las 56 entidades bancarias que había, 44 eran cajas, como ven repartidas por todo el territorio, y las otras 12 eran bancos. Después de la reestructuración el mapa financiero queda así: 15 entidades bancarias. En la actualidad, solo dos cajas de ahorro han sobrevivido. Caixa Ontinyent y Caixa Pollença.
Las Cajas de Ahorro forman parte de nuestra historia. Nacieron con tintes benéficos y terminaron siendo entidades con un poder inmenso. Económico y Político.
Su origen lo encontramos en los Montes de Piedad, pero, las Cajas de Ahorro nacieron como tales a mediados del siglo XIX. Mientras los bancos de la época buscaban negocio en el comercio y la industria, las cajas tenían como objetivo conducir el ahorro popular hacia la inversión y realizar una labor benéfica. Con el devenir de los años y tras varias reformas legislativas en 1977 se equiparan las cajas a los bancos, pero, con diferencias. Las Cajas de Ahorro son entidades de crédito con forma jurídica de fundaciones privadas, que prestan y guardan dinero, pero, que a diferencia de los bancos no tienen accionistas ni reparten dividendos. Los beneficios se invierten en obra social.
En cuanto a los órganos de gobierno, en 1985 se establece por ley que las corporaciones municipales se incorporen a las asambleas de las cajas. La presencia de representantes gubernamentales y locales va aumentando en una proporción que en muchos casos fija cada autonomía. Hasta que llega un momento en que los políticos eligen a dedo al 34% de los consejeros. Se trata de alcaldes, concejales, presidentes de diputación y altos cargos de los gobiernos regionales. Las cajas son un pastel muy goloso. Mueven unos 1,2 billones de euros.
La politización de las cajas, la mala gestión, el despilfarro y los sueldos millonarios de los directivos hicieron que la burbuja inmobiliaria les estallara en la cara en 2008. Tras varios intentos de reconducir la situación, Europa toma cartas en el asunto. A cambio del rescate exige que dejen de existir y que se conviertan en bancos. Tras la reestructuración financiera solo dos cajas han sobrevivido como tales, Caixa Ontinyent y Caixa Pollença porque han cumplido unos requisitos estrictos. Las demás han desaparecido o se han incorporado a grupos bancarios. El mapa financiero en España ha cambiado por completo.