Sequía

La alternativa contra la sequía que ya se está poniendo en práctica en sitios gravemente afectados como Andalucía

Aunque son fechas en las que deberíamos estar hablando de abundantes lluvias, hay sitios en los que hace mucho tiempo que no ven agua caer y por esta razón se está recurriendo a medidas drásticas para paliar los efectos de la sequía.

A pesar de las recientes lluvias en la mayor parte de nuestro país, aún hay zonas de España en las que hace meses que no cae una sola gota de agua y la sequía supone un problema cada vez mayor en sitios como el Sur de la península.

Este gran inconveniente está obligando a muchos de estos lugares en riesgo por sequía extrema a buscar soluciones de emergencia para poder asegurarse el abastecimiento y, en concreto la Junta de Andalucía ya está poniendo en práctica uno de estos remedios contra la falta de agua: desalinizadoras portátiles.

Hoy en Espejo Público nos hemos desplazado hasta San Juan del Puerto, en Huelva, para comprobar cómo funcionan estas desalinizadoras y para arrojar más luz sobre el asunto, nos ha acompañado José Antonio Vargas, Jefe de Producción de SETAPHT.

Lo primero y lo que más nos llama la atención de la instalación es que todo lo que vemos es portátil a pesar de la gran capacidad de las desalinizadoras. Las que hemos visto, miden cuarenta pies de largo, son capaces de desalinizar 2.400 litros diarios (240 metros cúbicos) y la planta puede abastecer hasta a 2.000 personas cada día. Y según hemos podido saber, una desaladora para 41.000 habitantes se fabrica en un plazo de tres meses, se prueba en fábrica y, tras transporte e instalación, puede operar a los 5 meses por un importe que ronda los 2,8 millones de euros más tuberías y suelo.

Las plantas se fabrican en función de la necesidad del cliente porque, aparte de desalinizar también pueden filtrar agua de otros tipos, por ejemplo la de pozos. Esto se consigue cambiando los sistemas y los parámetros para que las máquinas actúen según lo que necesitemos.

La mayoría del negocio se sustenta de las exportaciones

Según nos ha contado José Antonio, llevan "tres años sin parar" porque tienen una altísima demanda, y que aunque el mercado no para de crecer, el 80% de su producción se exporta fuera de España y es sólo un 20% el porcentaje que se queda aquí. Gracias a las reducidas dimensiones, las desalinizadoras son fáciles de transportar. A pesar de que las que hemos visto son de 40 pies, también pueden fabricarse de 20 para que encajen perfectamente en un contenedor, lo que facilita su desplazamiento por tierra, mar y aire.

Además, la instalación también es muy sencilla, porque como la planta ya viene terminada y probada de fábrica, simplemente hay que conectar el agua de entrada y el de salida, además de la corriente eléctrica para que entren en funcionamiento.

En definitiva, las plantas desalinizadoras suponen un gran avance ante el riesgo que supone la tendencia cada vez mayor a la sequía mientras siga sin caer agua del cielo cuando debería hacerlo.