Alquiler sin techo: de los 2.600 euros que paga una estudiante, a los 25.000 por un ático

Un gran patio de manzana en el corazón del barrio de Salamanca: entre las fachadas interiores de cuatro edificios altos destaca una estructura metálica con una serie de adosados. Sorprende una construcción de viviendas en lo que siempre había sido un espacio diáfano de separación de bloques. Llamamos a la puerta y nos abre Gabriela. Nos muestra el piso con una sonrisa: un salón conectado a la cocina, su dormitorio comunicado con el baño en la planta superior, y la terraza con vistas a las cuatro paredes del patio para su disfrute. No sabe decirnos el precio del alquiler, pues se lo pagan sus padres cada mes desde Colombia. Busca en su teléfono uno de los mails: 2.600 euros.

Ya no sorprenden los 1.000 euros por una habitación

Gabriela tiene 23 años y es estudiante de un máster de Comunicación y Moda en Madrid. Como muchos estudiantes internacionales, paga un alto precio por vivir en la capital. A las puertas de una de estas elitistas escuelas los precios que confiesan los alumnos van en la misma línea: 1.900, 1.500… 950 ¿Cómo?, ¿novecientos cincuenta? Este último precio nos sorprende en este entorno. Y es que los 1.000 por una habitación se están convirtiendo en algo muy común.

Los alquileres desorbitados son ya moneda común en los barrios más céntricos

David, propietario de una agencia en este exclusivo barrio nos acerca a una de sus joyas: más de 25.000 euros al mes (veinticinco mil). “Me vas a permitir que esté así (medio en obras) porque estamos haciendo un proyecto de interiorismo y lo entregamos totalmente amueblado”, se disculpa. Aún no está en el mercado. Más de 300 metros cuadrados, terraza, piscina comunitaria y garaje automatizado. “Está destinado a altos ejecutivos, expatriados, diplomáticos y familias con un nivel adquisitivo alto” (quizá el adjetivo no fuera necesario).

Ochenta mil de fianza y veinticinco mil de comisión por un alquiler

Como es habitual en el mercado del alquiler la fianza es de tres meses de renta, es decir, casi 80.000 euros en este caso. Y la comisión para la inmobiliaria, un mes del alquiler: 25.000. Y volvemos al principio del reportaje: ¿es habitual que un estudiante pueda pagar más de 2.000 euros por el alquiler de un piso de una sola habitación? “los padres que traen a sus hijos a estudiar a Madrid quieren tenerlos viviendo en zonas donde prime la seguridad y la tranquilidad”. El precio, por lo que vemos, no es ningún problema.

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