LA JUEZA INVESTIGA LOS HECHOS
Alfonso Egea analiza las contradicciones del 'caso Julen': "Estaríamos ante un homicidio imprudente por tres responsabilidades"
El 13 de enero a las 14,00 horas Julen se encontraba en la finca de Totalán (Málaga) junto a sus padres para celebrar una comida con unos amigos. Su caída al pozo y posterior rescate sin vida suponen un homicidio imprudente en el que hay que dirimir responsabilidades. Alfonso Egea explica por qué las declaraciones de algunos de los testigos e implicados en la construcción del pozo se contradicen.
El esclarecimiento de la muerte de Julen se sustenta sobre tres testimonios fundamentales. La jueza mira con lupa las declaraciones del propietario de la finca (marido de la prima del padre de Julen) de Totalán (Málaga) donde estaba el pozo, el pocero que realizó la prospección y el maquinista que retiró tierra del pozo para hacer un movimiento de tierra.
Tal y como establece Alfonso Egea, estos testimonios se contradicen entre sí. Hay un hecho demostrable del que parte el accidente: el 13 de enero a las 14,00 horas Julen se encuentra en la finca de Totalán con sus padres y una pareja amiga de estos. Se trata de una jornada de ocio en la que van a celebrar una comida.
El principio de contradicción viene dado por las circunstancias en las que se encontraba el pozo. Por un lado el propietario asegura que el pozo no estaba tapado, mientras el pocero insiste en que selló el agujero.
A estas declaraciones se suma la del maquinista que realizó el movimiento de tierra, que pudo haber destapado el pozo accidentalmente.