CRIMEN ISABEL CARRASCO
El abogado de la asesina de Isabel Carrasco dice que su cliente fue engañada
Montserrat y Triana se sienten engañadas. Denuncian que declararon bajo la falsa promesa de la policía de un pacto que reduciría sus condenas. La defensa de ambas pide la nulidad de sus declaraciones, y de las pruebas.
Inducidas y engañadas a declarar. Así define el abogado de Montserrat y Triana, José Ramón García García, el interrogatorio de las acusadas la noche del asesinato. El letrado ha pedido en un escrito, al juzgado número 4 de León, la nulidad de estas declaraciones y de las diligencias y pruebas que se han obtenido de ellas. Culpa a los policías que se encargaron de tomar las primeras declaraciones, de haberse hecho pasar por amigos de Pablo Antonio Martínez, padre y ex marido de las acusadas, para sacarles información sin la presencia de un abogado. Al parecer pudieron prometer a Triana que saldría libre y a Montserrat que estaría encerrada no más de 2 años. A cambio, debían colaborar con la investigación. La defensa ve estas actuaciones de extrema gravedad.
Por otro lado y tras 13 días sin verse, Montserrat y Triana han mantenido su primer contacto en prisión. Tal y como indica el reglamento penitenciario, que permite a los internos que tengan familiares ingresados mantener contacto periódico, las dos mujeres se encontraron en el módulo 7. Dicen que la emoción marcó este encuentro entre madre e hija. Triana era la primera vez que veía a su madre, no así Montserrat que, la noche de los interrogatorios y debido a su carcater altivo, los policías le mostraron a su hija a través de un espejo ciego. Al parecer, Montserrat se derrumbó al ver a su hija abatida y con aspecto derrotado.
Desde ese momento la investigación no ha parado. Esclarecidos casi todos los puntos del crimen de Isabel Carrasco quedan dos incógintas por despejar. ¿qué hacían madre e hija en la pastelería tres días seguidos? y ¿qué papel tiene la policía local Raquel Gago?. La primera duda hace pensar a la policía que podría tratarse de la construcción de una coartada. Monsterrat y Triana querrían desmostrar que eran asiduas a este establecimiento y justificar así su presencia en el lugar si alguien las situaba en la zona. No tuvieron en cuenta sin embargo, que los lunes, día del asesinato, la pastelería cierra.