Crímenes de Puerto Hurraco

Puerto Hurraco intenta quitarse el estigma de sus crímenes 34 años después: "Yo cogí a la niña y se me murió en los brazos"

El 26 de agosto de 1990, Puerto Hurraco vivió un episodio negro que marcaría toda su historia. Antonio y Emilio Izquierdo asesinaron con sus escopetas a nueve personas y a otras muchas las dejaron heridas.

El pequeño pueblo de la pedanía de Benquerencia se vio envuelto en una tragedia masiva llena de odio y rencor por parte de las dos familias, los Cabanillas y los Izquierdo. A plena calle y a vista de todos, un domingo de verano un vehículo estacionó en medio del pueblo y sus dos ocupantes, Antonio y Emilio Izquierdo, comenzaron a disparar contra las personas que allí se encontraban.

Su objetivo, principalmente fue disparar a los miembros de la familia Cabanillas, pero más tarde, como ellos reconocieron, comenzaron a disparar a todo el mundo, sin importar quien fuese. Nueve personas fueron asesinadas y entre ellas, se encontraban dos niñas de 12 y 14 años. Además, los dos guardia civiles que llegaron primero también recibieron varios disparos.

Los dos tiradores huyeron del lugar y gracias al despliegue de cerca de 200 unidades, al día siguiente fueron sorprendidos y detenidos en el lugar dónde se escondían, en un monte. El juicio se celebró tres años más tarde y la defensa de los hermanos se basó en demostrar que eran unos enajenados mentales que habían ejecutado estos asesinatos estando fuera de sí. Por una parte, Emilio se esforzó en demostrar su inocencia declarando no saber qué pasó. Por otra parte, Antonio, aseguró haberse sentido obligado a acompañar a su hermano pero no disparó a nadie.

Antonio: "Hermano, te vas al cielo con 74 años, pero te vas con la satisfacción de que la muerte de tu madre ha sido vengada"

En cuánto a las hermanas de los asesinos, Luciana y Ángela, no hubo pruebas suficientes contra ellas para enviarlas a la cárcel, pero si para que ingresaran en el psiquiátrico de Mérida, como finalmente ocurrió. Luciana falleció a los 77 años y le siguió su hermana Ángela, con 62 años. Más tarde, en prisión, Emilio falleció por un problema cardiaco y Antonio, que fue a su entierro, se despidió de él con una frase que marcó la historia de este asesinato: "Hermano, te vas al cielo con 74 años, pero te vas con la satisfacción de que la muerte de tu madre ha sido vengada".

¿Han olvidado los vecinos la masacre de Puerto Hurraco?

Raúl García se ha trasladado hasta Puerto Hurraco para comprobar si aún han olvidado los vecinos esta masacre. Los vecinos no quieren recordar la historia, pese a que miles de turistas desvían sus rutas para conocer el pueblo. Se observa la casa donde se produjo el incendio con la madre de los hermanos Izquierdo, que probablemente fue el detonante, que llevó a los hermanos a cometer esta masacre, culpando a la familia Cabanillas.

Uno de los turistas cuenta que se ha acercado desde Córdoba para recorrer sus calles solo por el morbo. Los vecinos de la casa incendiada le tienen respeto a esta vivienda, sin embargo, Paqui ha inaugurado una casa rural en el pueblo. Aunque ella sabe que puede ser un sitio estigmatizado, ella lo ve como algo positivo y anima a los turistas para vengan a apreciar su gastronomía, paisajes y fiestas.