A 10 metros de los 307 kilos de pólvora: Así ha sido la histórica mascletà de Madrid

La ciudad de Madrid quería rendir homenaje a la fiesta grande de Valencia, las fallas, que todos los años dan comienzo con los espectáculos de luz y sonido propios de la pirotecnia. El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, propuso llevar a la capital de España esta celebración, que no ha quedado exenta de polémica, principalmente por la oposición de los grupos ecologistas a que se celebrase el evento en el lugar elegido. Y es que el acontecimiento, que este domingo reunía a cientos de curiosos, aficionados y detractores de la pirotecnia, tenía lugar en una zona del conocido como Madrid Río, junto al cauce renaturalizado del río Manzanares a su paso por Madrid, donde anidan numerosas especies de aves.

Un equipo de Espejo Público se adentró en la llamada "zona de fuego" donde la mascletà está preparada. Conseguimos acceder lo más cerca que nos permiten con el pirotécnico José Manuel Crespo. A tan sólo 10 metros de las cientos de carcasas que disparan hacia el cielo y de la zona terrestre la llamada "terremoto final" compuesta con los 3.000 masclets.

¿En la albufera de València se han hecho mascletàs?

Todo un espectáculo pirotécnico que no era del agrado de animalistas y ecologistas. Crespo asegura que aunque no se ha hecho en la Albufera de Valencia "sí en otro parajes, como al lado del reconocido Oceanográfico de València, donde se realiza la 'Nit del foc', uno de los días grandes de las Fallas, donde se utilizan 4.000 kg de pólvora y nunca ha pasado nada".

Cuando iba a comenzar la mascletà tuvimos que abandonar la zona de fuego: "La gente tiene que estar a 25-30 metros para estar en zona totalmente segura", garantiza Crespo. Ahí nos colocamos para disfrutar de la primera mascletà madrileña.

El equipo de Espejo Público se llevo un sonómetro para comprobar a cuántos decibelios puede alcanzar la mascletà, el resultado arrojaba más de 100 decibelios, medidos a los 20 metros de distancia a que nos encontrábamos.

La gente disfrutó y entendió el ritmo que llevaba la mascletà, que iba "in crecendo" hasta emocionar con el terremoto y el estruendo que dejaba la traca final. 7 minutos de auténtico show valenciano, que por unos momentos empequeñeció los kilómetros que separan las ciudades de Valencia y Madrid.