Niñas de Alcàsser
Se confirma que los huesos encontrados en Alcàsser pertenecían a una de las jóvenes asesinadas
Después de cotejar el perfil genético con el ADN de su padre, se ha confirmado que los restos pertenecen a Miriam García, asesinada en 1992.
Hace casi 30 años del conocido 'Caso Alcàsser' que conmocionó a todo el país, en donde el 13 de noviembre de 1992, tres jóvenes, Míriam García, Desirée Hernández y Toñi Gómez, desaparecieron de repente y sin dejar rastro. Tras 3 meses de intensa búsqueda, fueron halladas muertas en una fosa del paraje de 'La Romana', en la localidad valenciana de Tous.
El 24 de junio de 2019, se encontraron por sorpresa, unos huesos en la fosa donde habían aparecido los cuerpos de 'las niñas de Alcàsser', como así se conocían, por o que se comenzó a sospechar que perteneciese a alguna de ellas. El Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de Barcelona, analizó y cotejó su perfil genético con el ADN de sus padres, y finalmente se ha podido confirmar que los restos pertenecen a Miriam García, concretamente se trata de una de sus falanges de la mano.
La pandemia por el coronavirus y el confinamiento han retrasado las pruebas, por lo que "No ha sido fácil para la familia reabrir estas heridas. Tomarse esas muestras y tener que esperar durante bastante tiempo con la incertidumbre de si realmente se trataba de restos o no", indica el periodista Javier Martínez, que ha estado investigando de cerca el caso. Finalmente, se ha podido confirmar que pertenecían a una de las jóvenes.
Fernando García, padre de Miriam a la que pertenecen esos restos óseos, manifestaba qué cómo podía ser posible ese hallazgo después de tanto tiempo. "Después de 28 años, aparecen esos huesos allí a pie de fosa, ¿quién ha puesto esos huesos allí?¿Quién los tenía?", a lo que añadía que “los investigadores cribaron dos veces la tierra de la fosa. La Guardia Civil lo hizo primero y el inspector de la policía Ricardo Sánchez realizó después otro reconocimiento exhaustivo por orden de Rafael Vera para no dejar cabos sueltos”, aseguraba García.
La Guardia Civil considera que la identificación de los restos óseos no es relevante para el caso porque estos podrían haberse desprendido cuando se retiraron los cadáveres en 1993 sin que los investigadores los recogieran. El prestigioso forense Etxeberria comparte esta teoría porque las lluvias lavaron el terreno y el hecho de que el paraje sea un lugar poco transitado habría favorecido que los restos óseos permanecieran tantos años ocultos.
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