3.000 viviendas

Un equipo de Más Espejo, en las 3.000 viviendas de Sevilla: "A mi no me grabes. Apaga la cámara o te parto la cabeza"

Javi Fuente se ha adentrado en las 3.00o viviendas de Sevilla para comprobar cómo es la realidad de esta zona

A tan solo nueve minutos de la zona más turística de Sevilla se encuentran las 3.000 viviendas. Una zona en la que abunda la droga y donde se suceden los tiroteos con armas de guerra. Los delincuentes campan a sus anchas. La última semana se produjo un tiroteo que duró cerca de media hora. Las armas utilizadas en el mismo eran armas de guerra. La Policía ha denunciado en varias ocasiones que no tiene los medios necesarios ni suficientes para luchar contra el armamento que utilizan este tipo de bandas criminales desde hace un tiempo.

Reportero en peligro

Nuestro compañero, Javi Fuente ha estado en Las Vegas, la zona más conflictiva de las 3.000 viviendas. Allí ha entrado en varios edificios, donde se ha encontrado paredes con humedades,basura por el suelo e incluso el contador arrancado de la pared.

Pese a que varios ciudadanos desaconsejaban encarecidamente al periodista acceder a la barriada, él acudía a informar de lo que sucede allí. Nada más dar los primero pasos por las calles de 'las tres mil', comenzaban las hostilidades. Un hombre dejaba repentinamente el andador, que parecía no necesitar, y se acercaba amenazante y en actitud agresiva al reportero y al cámara. Poco después un aparente vendedor ambulante parecía molestarse por la presencia de la prensa: "A mi no me grabes. Apaga la cámara o te parto la cabeza".

Los vecinos 'normales', aterrorizados

"Es un barrio marginal, no hay puestos de trabajo en condiciones, menos posibilidad de salir adelante", declaraba un vecino. Es realmente un gueto en el que hay armas de guerra, y la Policía Nacional ha tratado de incautarlas en alrededor de 600 viviendas que tiene localizadas pero de momento no ha encontrado nada.

Javi también ha accedido a la casa de una vecina, Ana. "Tienen que venir por lo menos cada dos o tres días" expresaba la mujer sobre la Policía. Desde su casa se puede ver a un buen número de agentes a caballo, que ese día patrullaban por la zona.

El periodista ha preguntado por un taxi para llegar a la zona pero ha sido imposible. Tampoco hay repartidores, y los servicios de limpieza solo acceden con escolta. "Nos han tirado cosas y agredido a nuestros compañeros, han intentado robarnos" ha dicho una trabajadora. También una conductora de autobús ha contado la odisea que es para ellos trabajar allí. "Cuando menos te lo esperes te pueden dar un disparo". La gente se cuela, no quiere pagar, incluso ponen problemas para bajarse del autobús.