LLEGÓ A DECIR "DETENEDME YA"

El día en que José Bretón se derrumbó

Abatido, derrotado. José Bretón se rinde, se desmorona y se da por vencido. Es el 17 de octubre de 2010, tan solo 9 días después de la desaparición de sus hijos Ruth y José. A altas horas de la madrugada, en la comisaría provincial de Córdoba le avanzan su detención.

José Bretón se encuentra en un pequeño despacho dela comisaría de Córdoba. Están a punto de leerle sus derechos y le advierten de que le van a acusar de algo más que de detención ilegal de sus hijos y de simulación de delito. Es el comienzo de su fin.

Ha sido un día de muchas presiones y seguimientos. La policía sabe que miente y quiere arrancarle una confesión.  José Bretón está cansado y desesperado en las Quemadillas. Llega a murmurar, junto a las brasas de la hoguera y en presencia de tres agentes, "los niños están cerca". Tan solo unos minutos más tarde le dice a esos mismos agentes, "detenedme ya".

Cuando le presentan la orden de detención con sus huellas dactilares aparece el motivo de la detención: Dos asesinatos. Los investigadores ya lo tenían claro. De no ser por el error en el análisis de los huesos, tenían el caso resuelto el 18 de octubre, apenas 10 días después de la desaparición de los pequeños.

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