CON ANA BELÉN

Descubre en 'El Hormiguero 3.0' al niño de 11 años que ha inventado más de 100 videojuegos propios

Pablo Motos quiere hacer algo especial para celebrar el estreno del disco de Ana Belén en 'El Hormiguero 3.0' y han encontrado algo que tiene que ver con el futuro. Antonio García Vicente, con 11 años ha inventado más de 100 videojuegos propios, desde los 6 años pertenece al Club de Jóvenes Programadores del Gabinete de Comunicación Universidad de Valladolid y ya cuenta con su propia charla en el TED en Espanol. ¡No te lo pierdas!

LO QUE DICE DE ÉL MISMO

Vallisoletano 11 años. Vivo en Villanubla. Mi pasión, además de ser portero de fútbol, es la programación. Con ella puedo imaginar, crear juegos, historias, animaciones, aprender divirtiéndome y compartirlo con niños de todo el mundo. Pertenezco al CJP (Club de Jóvenes Programadores) de la Universidad de Valladolid donde voy todos los lunes con mis profesores y también he participado por dos años consecutivos en el Scratch Day, que en Valladolid se celebra en la Universidad de Informática, en el que realizamos talleres, retos y concursos en Scratch, Arduino, Lego We do, etc.

Antonio se convirtió en una pequeña celebridad gracias a una charla TED titulada Programar para aprender sin límites, que ya han visto más de un millón de personas en YouTube. Eso fue hace un par de años y, desde entonces, no ha dejado de aprender… ni de soñar. Porque, aunque tiene claro que en el futuro se convertirá en inventor, esa va a ser su “segunda profesión”. Antes de eso su plan es convertirse en portero del Real Madrid.

A los seis años ingresó en el Club de Jóvenes Programadores de la Universidad de Valladolid. Fue allí donde descubrió su pasión y donde empezó a crear sus propios programas con Scratch, un lenguaje de programación diseñado por el MIT.

ESTO NOS DICE LA MADRE DEL NIÑO:

Todo empezó un poco por casualidad. Antonio siempre ha sido muy curioso. Siempre ha querido entender cómo funciona todo y buscar una explicación convincente a lo que pasa a su alrededor. Además, a él, como a muchos niños, le encantaban las consolas y los videojuegos, y ya mostraba interés por saber cómo estaban hechos los juegos. Un día, hablando con unos amigos, nos comentaron que había un lenguaje de programación adaptado para niños con el que podían hacerse ellos mismos sus juegos e historias, se llamaba Scratch, y nos pareció algo que podía gustarle. Coincidió que por esos días celebraban el Scratch Day en Valladolid, un evento que se organiza a nivel mundial en muchas ciudades, y en nuestro caso, se hacía en la Universidad de Informática de Valladolid, así que decidimos apuntarnos toda la familia, para que probaran a ver si les gustaba, y nosotros para que nos contaran qué era exactamente y qué beneficios podía aportarles.

La verdad es que nos encantó a todos, pero especialmente a Antonio, así que decidimos buscar algún sitio donde pudiera continuar aprendiéndolo.

Así, con seis años, tuvimos la suerte de conseguir una plaza en el CJP (Club de Jóvenes Programadores de la Universidad de Valladolid). Era el más pequeño.

Nos dimos cuenta de que lo suyo no era una “moda pasajera” cuando íbamos a buscarle a las clases y no tenía ninguna prisa por salir, y llegábamos a casa y nos enseñaba todo lo que había hecho. Se notaba que disfrutaba con todo lo que hacía y cada vez se iba poniendo retos más difíciles. La satisfacción que se veía en su cara cuando conseguía resolverlos era señal de que quería más.

Como al resto de los niños también les gustaba fundamos el Club de Programación el Páramo de Villanubla. Así, él empezó a transmitir a todos sus compañeros la “pasión” por programar y compartirlo.

Su profesora de infantil le pidió que hiciera que instrumentos que estaban construyendo los niños de 3 a 5 años de cartón y goma eva funcionaran de verdad, o un juego para que se aprendieran el sistema solar.

Luego, con 7 años nos propusieron que se presentara para ponente de TedxYouth Valladolid, así que grabamos un vídeo de presentación y lo eligieron y en la edición del 2015, con 8 años, fue el ponente más joven, hablando sobre “Programar para aprender sin límites”.

actualmente tiene más de 1.350.000 visitas y, ha servido para motivar a muchos niños y han contactado con nosotros de varios países como Méjico, Costa Rica, Argentina, Colombia o Paraguay para que colabore en proyectos educativos suyos.

Ese año, volvió a participar en el Scratch Day de Valladolid en la sección de retos. El reto era resolver si un número era triangular o no y representarlo gráficamente en pantalla. Aunque él no tenía los conceptos matemáticos necesarios para resolver ese problema, lo hizo y ganó el concurso.

Los dos últimos años ha seguido participando ya en el evento pero como profesor y también ha hecho numerosas charlas como el de cierre en el concurso Desafío Stem de Telefónica, y este año fue el ponente sorpresa en el evento Grandes Profes 2018 de Atresmedia, .

En cuanto a cómo es Antonio, es un niño muy extrovertido, que por encima de todo le encanta jugar. Nosotros vivimos en Villanubla, un pueblo pequeño de Valladolid en el que hace mucho frío en invierno y en esas tardes en las que no se puede salir al exterior es cuando más tiempo dedica a la programación, pero cuando llega el buen tiempo, su actividad favorita es ir con su hermana y con sus amigos a jugar al fútbol a las pistas deportivas del pueblo.

Su otra pasión es el fútbol, pasión que comparte con su hermana. Juega de portero en el equipo de fútbol 7 de Zaratán y sueña con ser algún día un gran portero como su ídolo Iker Casillas, eso sí, como él dice “sin abandonar mis estudios, porque como los futbolistas se retiran jóvenes, luego me dedicaré a la ciencia”.

Cuando nos preguntan qué nos gustaría que fuera de mayor, esperamos que sea, principalmente feliz. Feliz con lo que estudie, con lo que trabaje, con lo que se proponga, con lo que le haga sentirse realizado como persona y como profesional y estamos seguros de que lo conseguirá.

Pero si le preguntan a él, como he dicho antes, de mayor él quiere ser portero de fútbol profesional e inventor. Siempre dice que quiere descubrir algo importante.

Las cosas que trae son:

Simulador de vuelo conectado a un arduíno con un Joystick para mantenerlo en vuelo.

Con el makey makey podemos hacer:

Pianos “distintos” (puede tocar La Puerta de Alcalá con ellos, por ejemplo)

Robots con programa de lucha de sumo.

Robot/arduino piano mediante distancias con el sensor de ultrasonidos

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