Marron llena de ternura 'El Hormiguero 3.0' con la foca NUKA, un robot terapéutico

ROBOT FOCA

Nombre del robot: NUKA

Nombre del creador: Takanori Shibata, doctor en electrónica e ingeniería mecánica por la universidad de Nagoya.

Idea: El proyecto comienza en 1993. El diseño es una foca porque, además de ser encantador, las mascotas tradicionales como perros y gatos levantan muchas expectativas y pueden generar decepción en el primer contacto. Se trata de un dispositivo médico, un robot terapéutico, aunque pueda tener un uso lúdico es importante remarcarlo.

Terapia con animales: Hoy la terapia asistida con animales está ampliamente aceptada y se utiliza con niños, ancianos y personas con distintas disfunciones psicológicas. Está comprobado incluso que pasar tiempo con mascotas disminuye la presión arterial, reduce el estrés, mejora la coordinación motriz e incluso reduce el riesgo de afecciones coronarias.

En resumen, la terapia con animales proporciona beneficios psicológicos, fisiológicos y sociológicos.

Sin embargo, tiene algunos inconveniente que se pueden salvar con NUKA, como por ejemplo el coste de mantenimiento, alergias, incidentes, entrenamiento previo,... y en muchas ocasiones, en los lugares donde residen o son tratados estos pacientes no se admiten animales.

Takanori Shibata y NUKA: Así fue como nació NUKA, un bebé foca robótico. Interactuar con Nuka es beneficioso para personas con depresión, ansiedad o trastornos de comunicación, y así lo ha reconocido incluso la Agencia Estadounidense del Medicamento. En países como Estados Unidos o Australia

los seguros médicos están empezando a incluirlos, porque ayudan a los pacientes y sus familiares, lo cual reduce costes en ingresos y otras terapias más costosas.

El robot NUKA fué bautizado como PARO (Personal Assistant Robot), pero en España este término tiene connotaciones negativas.

Características técnicas:

• Es un robot con forma de bebé foca, cuya apariencia y textura lo hacen entrañable y agradable al tacto.
• NUKA incluye múltiples sensores táctiles, de forma que reconoce dónde y cómo está siendo acariciado. Los bigotes y el hocico tienen sensores lumínicos que le proporcionan una cierta visión aunque muy simple para preservar la intimidad del paciente. También tiene sensores de temperatura, que le permiten mantener el calor corporal, detecta el sonido e incluye sensores de aceleración para detectar en que posición está y cómo se le mueve.
• La batería tiene una autonomía de entre 5 y 8 horas, dependiendo del uso. Tarda 2 horas en cargarse plenamente gracias a un adaptador con forma de chupete.
• Tiene una vida estimada de 10 años renovándose la batería cada 3 años si el uso es diario.

Perspectiva: Shibata considera que los robots terapéuticos serán habituales en unos años. Deberemos estar preparados entonces para ver, en muy poco tiempo, pequeñas focas en los hospitales de medio mundo. Ya se han usado unas 5000 unidades distribuídas por más de 30 países, que se emplean fundamentalmente en hospitales, residencias... En Japón hay más de 3.000 unidades, de las cuales muchas las tiene gente como compañía.