¡Pantalla de fuego!

¡Hipnótico! Marron crea una pantalla gigante de cine a base de fuego y chispas

También ha sorprendido con alucinante esculturas acuosas y con un robot cuya puntería admiraría a Guillermo Tell.

Hemos creado un efecto espectacular de chispas empleando lana de acero y un mezclador de pintura.

La lana de acero es un conjunto de hebras de varias fibras de acero finas y blandas, que se usa en trabajos de acabado, limpieza y reparación como el pulido de madera u objetos de metal. La emplean principalmente carpinteros y artesanos que trabajan con pintura, laca y barniz. Cuando la lana de acero se calienta, incrementa su masa debido a la oxidación del hierro combinado con el oxígeno. La lana de acero muy delgada es algunas veces portada para ser usada como yesca en situaciones de emergencia; se quema incluso cuando se encuentra mojada, y puede ser encendida por el fuego, una chispa, o por el contacto de una batería para producir el calentamiento.

Para este experimento hemos trenzado una gran cantidad de lana de acero en la mariposa de un mezclador de pintura, la encenderemos con ayuda de un soplete, y un compañero del equipo de Ciencia protegido con ropa ignífuga, encenderá a su máxima potencia el mezclador de pintura. Debido a la fuerza centrífuga, pequeñas partículas de lana de acero incandescente saldrán despedidas creando un efecto espectacular.

En la Sección de Ciencia, también hemos creado dos efectos alucinantes que hemos disfrutado a cámara lenta.

Para ello, hemos elaborado dos piezas metálicas diferentes de acero. Un electroimán permite mantenerlas sujetas sobre un plato que contiene una mezcla de agua con jabón. Al desconectar la corriente del electroimán, la pieza se libera y acelera debido a la acción de la gravedad hasta impactar en la superficie del líquido.

La mezcla jabonosa ha sido obtenida a través de ensayo y error para obtener un líquido de la viscosidad óptima. Por otro lado, las piezas han sido específicamente diseñadas para que las salpicaduras formen unas bonitas figuras en el aire.

Estas figuras resultan porque en el momento del impacto de la pieza con la superficie del líquido se produce un aumento de la presión en las regiones macizas de la pieza, por lo que el líquido se mueve con gran velocidad hacia los huecos y los bordes de la pieza y sale propulsado hacia arriba.

Y en el tercer experimento, ¿seremos capaces de crear un robot capaz de disparar una ballesta con la suficiente precisión como para arriesgar la integridad de Marron cual Guillermo Tell?

El mecanismo del robot es muy sencillo. Un motor paso a paso de gran potencia controlado por un microcontrolador permite ajustar el ángulo de inclinación de disparo, y un solenoide presiona el gatillo que libera la cuerda de la ballesta.

La ballesta es un arma impulsora que sirve para disparar flechas, formada por un arco montado horizontalmente sobre un soporte provisto de un mecanismo que tensa la cuerda y otro que dispara. El fundamento físico reside en que al tensar acumulamos energía potencial elástica. El mecanismo de disparo libera la cuerda y al destensarse propulsa la flecha, que describe en el aire un tiro parabólico.

La leyenda de Guillermo Tell está basada en el líder de la sublevación de los cantones suizos. Se negó a humillarse ante los Habsburgos en el siglo XIV, y, conociendo su habilidad como arquero, fue condenado a atravesar con una flecha una manzana colocada sobre la cabeza de su hijo.

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