Todo el mundo hemos simulado alguna vez estar tocando la guitarra cuando en realidad entre manos sólo teníamos una raqueta de tenis. Como experto en el instrumento, Alejandro Sanz ha tenido que afinar el oído y adivinar si el sonido procedía de las cuerdas de una guitarra o de una raqueta. El resultado era de esperar. Al cantante no se le escapa una: ha hecho pleno de aciertos.