Una visita de cine
Los sorprendentes inicios de Javier Gutiérrez y Nathalie Poza: como animadores en "discotecones duros de Madrid"
"Le echábamos mucho morro", han reconocido los dos invitados de El Hormiguero, que han confesado varias anécdotas y, entre ellas, una historia extrema para la que usaron casquería.
Javier Gutiérrez y Nathalie Poza han visitado El Hormiguero para charlar con Pablo Motos sobre Honeymoon, su nueva película. En ella, interpretan a un matrimonio en destrucción cuyo hijo fallece a miles de kilómetros. Ellos, sin recursos, intentarán por todos los medios repatriar el cuerpo de su hijo.
La pareja de intérpretes ha coincidido en multitud de proyectos a lo largos de su carrera. De hecho, ambos han contado cómo se conocieron hace 30 años: "La profesión nos ha llevado a encontrarnos muchísimas veces".
Los dos han recordado algunos de esos trabajos de sus inicios. "Nos conocimos en una escuela de teatro, teníamos que ganarnos la vida y hacíamos animaciones en discotecas y bares", ha recordado Nathalie, apostillando: "Nos pagaban muy bien". "Eran discotecones duros de Madrid", ha añadido Javier.
Entre sus anécdotas, Pablo ha conseguido que le contaran una de las más terroríficas, en cuanto a que se les ocurrió hacer una historia de miedo muy extrema. "Nos pegamos casquería debajo de la ropa y se la tirábamos a la gente", ha contado la actriz. Su compañero ha hurgado en la experiencia: "Imagínate una discoteca a tope, la gente sudando, bailando, y nosotros también chorreando sudor, a las tres horas esa casquería olía...".
El presentador ha encontrado curioso que Nathalie hicieran algo así cuando le dan miedo los pasajes del terror. Incluso ha tenido que salirse de atracciones así, por lo que ha pedido al programa que no le hicieran pasar ningún susto. Sin embargo, ha sido decirlo... ¡y Trancas le ha hecho gritar con auténtico pavor!
Los invitados también han recordado otra performance con unas sillas de playa y unas gafas de sol. "Le echábamos mucho morro", ha reconocido Javier. "Había momentos en los que alucinaban tanto los dueños de la discoteca que dejaron de llamarnos", ha afirmado. "Nos llamaron al orden un par de veces", ha apostillado Nathalie.
Otro de sus trabajos juntos fue una obra llamada Pornografía barata. "Había escenas potentes, yo recuerdo una de cama y con el público pegado", ha contado la actriz.