Perfeccionista en su trabajo
Pablo Motos cuela un 'infiltrado' en la redacción de Sonsoles Ónega: "¡Esto es muy fuerte! No lo sabía"
La periodista ha hablado de sus primeros días en Antena 3 con 'Y ahora Sonsoles' y ha demostrado también ser una mujer con mucha iniciativa.
Sonsoles Ónega visitó 'El Hormiguero' cuando su nuevo programa aún se estaba gestando y ha regresado cuando 'Y ahora Sonsoles' está arrasando en su primera semana en las tardes de Antena 3. Ha reconocido a Pablo Motos que "es una franja que hay que pelearla" pero que, tras su gran acogida, la audiencia les "ha relajado".
La periodista ha reconocido que tiene algunas normas con su equipo. "En general, soy muy pesada y ellos lo saben, y no lo puedo evitar", ha asegurado. Ha concretado que se fija en los rótulos, en las comas, las tildes... En definitiva, ha hecho una defensa de escribir bien y sin faltas de ortografía.
Sin embargo, Pablo Motos ha ido más allá con "un infiltrado" en su redacción. "Uno de tus redactores, Saulo, locuta debajo de la mesa", ha revelado el presentador. Por eso, le han pedido al infiltrado que lo grabe. El vídeo apenas dura unos segundos pero han sido suficientes para sorprender a Sonsoles. "¡Esto es muy fuerte! No lo sabía", ha asegurado.
Además, Sonsoles ha confesado que sus dos hijos le han hecho una petición para este nuevo programa: que no baile bajo ningún concepto. "Están en una edad muy difícil porque todo les da vergüenza", ha comentado al revelar que tienen 10 y 13 años.
El presentador también ha querido indagar en la web antiinfieles que creó. La idea se le ocurrió a través de "una amiga a la que permanentemente sus parejas le eran infiel". Por eso, montaron junta la web 'descubrealinfiel.com'. Cuando una chica se encontraba un infiel, lo publicaba en la página, e iba por barrios. "Lo interesante era que las mujeres encontraban ahí un refugio maravilloso", ha recordado, pero terminaron cerrando la página: "Empezaron a caernos una aluvión de demandas".
No ha sido la única iniciativa que ha rondado por su cabeza, ya que quiso montar un local de arreglos de bajos para la ropa y también un espacio para arreglar las uñas en el aeropuerto. ¡Y reconoce que ahora se arrepiente de no haberlo hecho!