Una superstición con sus zapatos

Albert Espinosa, un 'Jedi' gracias a su pierna: así acabó en un calabozo de Nueva York

El escritor, que ha visitado 'El Hormiguero' con Jesulín de Ubrique por el estreno de su nuevo programa, ha contado el secreto de sus zapatos y, para ello, se ha 'desmontado' en directo. Además, ha contado la anécdota en la que acabó en una prisión neoyorquina.

Emotiva y divertida, así ha sido la visita del escritor Albert Espinosa y el extorero Jesulín de Ubrique a 'El Hormiguero'. Han presentado 'El camino a casa', un nuevo programa que nace este mismo jueves en La Sexta. La idea es del propio Albert, también presentador en este proyecto que surgió de la conmovedora historia que protagonizó su compañero de hospital, como le ha contado a Pablo Motos.

El inicio de la entrevista ha estado lleno de recuerdos para los dos invitados. Ambos han contado cómo eran de niños, en el colegio y fuera de él. En el caso de Jesulín, ha explicado que decidió dejar el colegio tras repetir curso. Comenzó entonces su etapa como torero, una responsabilidad que cogió con sólo 13 años. Mucha gente vivía de él, tanto su familia con las de su cuadrilla, cuando todavía era "un crío".

Ambos han reconocido que hay una película que les une: 'Rocky'. Y Pablo Motos también ha revelado que un superstición: los zapatos. El presentador le ha pedido a Albert que enseñara los suyos. "Me desmontaré un poco", ha cedido el escritor.

"Desde las primeras operaciones, de pulmón, de hígado, llevaba estos zapatos", ha explicado, añadiendo que siempre los viste para los momentos importantes. Las hormigas han comentado lo impecable que sigue la suela, y eso que el invitado ha contado que los tiene desde sus 15 años.

Albert, que ha revelado que decidió con su médico el diseño de su muñón, ha contado la anécdota de cómo acabó en un calabozo de Nueva York. Todo se debe precisamente a la curiosidad de la gente con la pierna. En esa ocasión, les contó lo que valía: "35.000 euros". Empezaron a dar vueltas alrededor de ella y él les preguntó el motivo, a lo que respondieron: "Estamos vigilando tu Porsche para que no te lo roben".

Además, él siempre cuenta que es un Jedi. ¡Lo ha demostrado en directo! Al contrario, esto "no le pareció correcto" a un policía neoyorquino que medía 2 metros. ¡Revive la historia al completo en el vídeo!