¡Alucinante!

¡Emocionante! Pablo Alborán crea la súper súper lentísima de un cristal templado

El equipo de ciencia ha preparado una sorprendente performance con dos artículos tecnológicos de última generación.

Para la sección de Ciencia nos han traído de Target Tecnología un dispositivo capaz de realizar radiografías a tiempo real para localizar explosivos, narcóticos y otros objetos de contrabando a través incluso del acero.

Este dispositivo permite a los agentes de aduanas encontrar rápidamente amenazas ocultas y contrabando en vehículos motorizados, barcos, aeronaves, bidones de acero, recipientes de basura, buzones de correo y otros lugares… Además, permite inspeccionar rápidamente bolsos y paquetes abandonados en busca de amenazas sin necesidad de abrirlos.

La radiografía de retrodispersión es una tecnología avanzada de imágenes de rayos X. Las máquinas de rayos X tradicionales detectan materiales mediante la variación en la intensidad de los rayos X transmitidos a través del objetivo, es decir, el transmisor debe ser colocado a un lado y el transmisor al otro (Ejemplo: al hacernos una radiografía en el hospital nos colocan una placa negra debajo del hueso a radiografiar).

Por el contrario, los rayos X de retrodispersión detectan la radiación que se refleja en el objetivo. Tiene aplicaciones potenciales donde se requiere un examen menos destructivo y puede funcionar incluso si solo un lado del objetivo está disponible para el examen.

Las máquinas de Rayos X de un hospital tienen una potencia aproximadamente 30 veces superior a la de la máquina de Rayos X portátil, lo que facilita mucho su uso con seguridad en espacios reducidos, sin necesidad de grandes blindajes, sin necesidad de operar con dosímetro personal, etc.

Por otro lado, hemos grabado a 80.000 fps la propagación de la rotura de un cristal templado de seguridad...¡ha sido alucinante!

Recibe este nombre debido a que se rompe pequeños fragmentos que minimizan el riesgo de daños graves sobre personas u objetos. Es procesado ​​por tratamientos térmicos o químicos, para aumentar su resistencia en comparación con el vidrio normal. Esto se logra poniendo las superficies exteriores en compresión y las superficies internas en tensión. Tales tensiones hacen que el vidrio, cuando se rompe, se desmenuce en trozos pequeños granulares que son menos peligrosos que los fragmentos dentados en los que se astillan los vidrios normales.

Para fabricar vidrio templado térmicamente, el vidrio flotado se calienta gradualmente hasta una temperatura de reblandecimiento de entre 575 y 635 °C para después enfriarlo muy rápidamente con aire. El vidrio templado térmicamente es aproximadamente cuatro veces más resistente que el vidrio recocido del mismo espesor y configuración. Posee un excelente comportamiento mecánico en resistencia a impactos, a la flexotracción y a las tensiones térmicas, soportando unas diferencias de temperatura que pueden llegar a alcanzar los 200º C.

Los fragmentos granulares generados al romper el vidrio templado tienen menos probabilidades de causar lesiones que los dentados del vidrio normal.

Para romperlo, emplearemos un dispositivo diseñado para ejercer una gran fuerza sobre un punto muy pequeño. Pablo Alborán no lo ha dudado y ha creado la súper súper lentísima de un cristal templado... ¡Le ha encantado!