POR @SUPERFALETE
El despertar de la fuerza
Una temporada más @SuperFalete estará comentando los programas de 'Casados a primera vista'. Ya se pueden escuchar las campanas de boda porque el lunes comienza la tercera temporada. Poneos guapos, el lunes a las 22:30 horas tenéis una cita en Antena 3. ¡No te olvides de comentar el programa en redes sociales!
Anoche estaba yo tan tranquilo tumbado en el sofá, meditando sobre la posibilidad de que las partículas materiales aparentemente puntuales sean en realidad estados vibracionales de un objeto extendido más básico, cuando recibí una llamada:
- Hola. Soy el responsable de contenidos de Atresmedia.
- ¿Ferreras?
- No, hombre…
- ¡Matías Prats! ¡Qué ilusión me hace hablar contigo!
- No, soy… Bueno, da igual. Te llamo porque el lunes empezamos la tercera temporada de ‘Casados a primera vista’ y queríamos saber si podemos contar contigo como en las dos anteriores.
- ¿Esta vez puedo ser el abogado de los divorcios posteriores?
- No, tú solo comentas.
- Vaaaaale. Pero adelantadme algo sobre esta temporada.
- No te podemos decir nada. Es alto secreto.
- Así me gusta, que me lo pongáis fácil.
La dinámica, al parecer, será idéntica a la de anteriores ediciones, es decir, al revés que en un cuento: se casan, luego hablan el uno con el otro y, finalmente, llega el momento chico conoce a chica (o chico a chico y chica a chica).
Ya sabemos que las parejas se forman concienzudamente después de que los candidatos contesten un test que han preparado unos psicólogos muy majos. Luego se introducen las respuestas en un ordenador que cuenta con la tecnología más avanzada (Windows Vista, Internet Explorer y el Excel) y se puede leer en la pantalla:
FATAL SYSTEM ERROR
0x0000008E KERNEL_MODE_EXCEPTION_NOT_HANDLED
Esto, por lo visto, significa que todo va bien y se aconseja que se casen cuanto antes.
Entonces se les traslada a México (hasta ahora siempre lo han hecho así) junto a familiares y amigos y la novia espera en el altar al novio, sabiendo que los dos van a darse el sí. Mientras tanto, la familia y amigos comentan que hay que estar muy loco para casarse así, que no les termina de gustar la pareja, ni la familia de la pareja, ni los amigos de la pareja, ni quien oficia la ceremonia. Vamos, que no les gusta nada, salvo el hecho de encontrarse en Acapulco con todos los gastos pagados.
Después del banquete comenzará el viaje de novios y la convivencia con sus problemas, casi nadie consumará el matrimonio, algunos dormirán en el sofá, otros en la bañera y unos pocos, los elegidos, conseguirán superar todos esos problemas y empezar a llamarse “churri” o “cari”.
Y yo estaré aquí comentándolo. A partir del lunes porque no le iba a hacer un feo a Matías Prats, comprendedme.