Erika Eleniak, irreconocible con los brazos tatuados y muy cambiada desde su aspecto en 'Los vigilantes de la playa'
LA MUJER DEL PROGRAMADOR
La prensa argentina se está rindiendo a los pies de Pedro Alonso, de visita estos días en el país austral. El actor se ha convertido en un fenómeno a nivel mundial gracias a su papel en la célebre 'La casa de papel'. El papel de Berlín ha logrado una gran repercusión. Pero para llegar hasta aquí Alonso se formó en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD) y en el Teatro de la Danza; se convirtió en un imprescindible de varias producciones de la televisión gallega ('Rías Baixas', 'A vida por diante', 'Maridos e mulleres', 'Gondar' y su gran éxito, 'Padre Casares'); y participó en varias series a nivel nacional: entre otras 'Código Fuego', 'Gran Hotel', 'Bajo sospecha' y 'La Embajada', todas ellas en Antena 3 TV.
El actor vigués también ha trabajado en el cine a las órdenes de Chus Gutiérrez, Icíar Bollaín, José Luis Borau y Mónica Laguna. Por todo ello Alonso se define un superviviente, que tiene a la ciudad de Berlín como uno de sus destinos obligados, tal y como desveló en El Periódico de Catalunya: "Es curioso, porque me encanta. Mi primera experiencia profesional fue una gira de dos años con La Fura dels Baus. Estuvimos cerca de 40 días actuando en Berlín. Y fue un momento absolutamente cinematográfico de mi vida, porque la ciudad me pareció arrolladora, una explosión de cultura. Tenía 22 años y la viví a tope. Y justo antes de 'La casa de papel', estuve rodando en México una serie en la capital. En Latinoamérica dicen que el D.F. es el Berlín sudamericano. Lo fuerte es que también me entusiasmó. Esa longitud de onda, Berlín y el D. F., me estaba esperando".
El destino y sus recovecos. Pero el destino de muchos es refugiarse de vez en cuando en hobbies que te ayuden a desconectar. En su caso lo hace con una arte plástica: "La pintura se ha convertido en un pilar fundamental de todo lo que hago. Pinto encima de los guiones para estudiar las secuencias, pero cuando no tengo que estudiar, también lo hago, porque descubrí que me venía bien, que en lugar de convertir el trabajo en algo intelectual, me lo llevaba a otro lugar y eso era mucho mejor. En los últimos nueve años, la pintura se ha convertido en una presencia absolutamente decisiva y ha decantado de forma diferente mi manera de acometer los trabajos y de concentrarme".
Y descansar en el refugio particular ayuda a conseguir el éxito, aunque Alonso dice que "es un concepto relativo". Aunque en el caso de 'La casa de papel' lo olió desde el principio: "Es verdad que la recepción del primer capítulo fue muy contundente: tenía los personajes en marcha desde el minuto 10 y había una pátina de humor que era fantástica para descomprimir. Y ahora, que estoy metido en la grabación de la serie hasta el cuello, te concentras en intentar renovar tu energía porque la producción se lo merece".
En una época de su vida, 'Gran Hotel' o 'Padre Casares', le tocaron papeles de "bueno, buenísimo", pero ahora le ha tocado hacer de malo de la película, papeles que para este actor gallego "son más interesantes" porque "un villano puede hacer cualquier cosa y si tú quieres buscar la humanidad en ese perfil , lo puedes hacer. El espectro de búsqueda es más amplio o más rico, a veces, porque habiendo hecho la entrada que Berlín hizo en el primer capítulo, casi todo es posible. Uno puede sorprenderse buscando en esos extremos. Eso forma parte del encanto de esta profesión".