VIDA COMPLICADA
Como en tantas otras historias de Hollywood, el éxito de Jeremy Allen White tiene una cara y una cruz. Repasamos hoy el lado menos conocido del actor de la serie The Bear.
Aunque estuvo una década interpretando a Lip Gallagher en la popular serie Shameless, el verdadero estrellato le ha llegado a Jeremy Allen White más recientemente. Su papel protagonista en la serie The Bear, por la que está nominado para los próximos premios Emmy y de la que estrena su tercera temporada este 14 de agosto, su romance con la cantante Rosalía y una campaña publicitaria para Calvin Klein en calzoncillos luciendo musculitos le han terminado de lanzar a escala planetaria.
Pero, ¿qué hay detrás del afilado rostro de ojos azules y rizos dorados del actor norteamericano?
Formar parte de una serie de largo recorrido puede ser beneficioso, ya que te da estabilidad laboral y proyección mediática, pero a veces también tiene sus contras. "Amo Shameless. Amo a todos los que formaron parte de ella y la experiencia fue increíble, pero no estoy seguro de si las series deberían durar tanto", dijo a la revista GQ respecto a la inercia de seguir tanto tiempo ligado a un proyecto. "Hubo una etapa en la que dejé de sentirme actor y comencé a sentir que estaba aquí solo para hacer la serie. Fue un estado mental perturbador. Cuando se iba a terminar, me preguntaba: tal vez solo estoy aquí para hacer esta serie, ¿hay algo más?, ¿soy actor? Tenía muchas dudas".
Según contó en una entrevista en GQ, Jeremy sufrió una decepción amorosa muy dura cuando era veinteañero, que le dejó una cicatriz. Pero no de forma figurada, una cicatriz real en su cara. Concretamente debajo del ojo derecho. El joven estaba afrontando una ruptura con su novia y se sentía muy triste y frustrado: tanto que un día, en un restaurante, entró al baño y se dio un cabezazo adrede contra el espejo, provocando que este se rompiese y le cortase la cara. Salió de allí ensangrentado y convertido en una leyenda en el establecimiento. Eso sí, dice que dejó 250 dólares en su mesa por las molestias.
A sus 33 años, White tiene ya dos hijos de una relación anterior a la de Rosalía, la que tuvo con la también actriz Addison Timlin, con quien estuvo casado entre 2019 y 2023. Sin embargo, la pareja estuvo junta mucho más tiempo, dado que se conocieron en 2008 en el rodaje de la película Afterschool. Mientras que él solo ha declarado que "ha sido una locura" ver cómo la prensa retrató su separación y que habían pasado "muchos altibajos, terriblemente bajos", sí se sabe que fue su exmujer quien solicitó el divorcio. En su momento se especuló si se debía a una infidelidad del actor o si su complicada agenda de grabaciones había abierto una brecha en la confianza entre ambos.
Uno de las polémicas más sonadas de la pareja fue la publicación de una foto en Instagram por parte de Addison Timlin junto a sus dos hijas, Ezer y Dolores, y acompañada de un texto que decía: "Ser madre soltera no es como me lo imaginaba. Es jodidamente difícil", y añadía: "Hacerlo sola me ha dado más fuerza, más empatía y más lágrimas que cualquier otra cosa en mi vida. Así que gracias a todos los que me han ayudado en estos últimos 9 meses". Luego, cambió lo de "madre soltera" por "co-padres", pero todo el mundo había entendido su mensaje: se quejaba de la ausencia de Jeremy en las responsabilidades de crianza. Según fuentes cercanas al actor consultadas por la web Page Six, la publicación le pilló a él por sorpresa y argumentaban que no tenía poder de decisión respecto a la ciudad en la que tenía que rodar The Bear y que viajaba a ver las niñas siempre que podía.
Aunque es un tema sobre el que Jeremy Allen White nunca se ha pronunciado, es notorio que ha tenido problemas con la bebida. Y lo es porque así se aireó en cuando se hizo público el acuerdo de custodia de sus hijas, el año pasado. Según los documentos expuestos por la revista People, si quiere ver a sus hijas, White tiene que probar su sobriedad a través de un dispositivo de testeo llamado Soberlink. Y de forma exhaustiva: dos pruebas los lunes, miércoles y viernes, tres pruebas los sábados en sus visitas y una los domingos. Además, debe ir a una sesión semanal de terapia y dos de Alcohólicos Anónimos. Fuentes cercanas a su exesposa han aclarado que ella es cautelosa y no quiere que él se emborrache cerca de las pequeñas.