BETTY VE TELENOVELAS
La 'Tierra Amarga' de Çukurova ha sido mudo testigo del profundo amor de Züleyha por Yilmaz, de su tormentosa relación con Demir y ahora de sus encuentros nada casuales con Hakan.
Cuando conocimos a una ilusionada Züleyha en 'Tierra Amarga' mientras miraba el escaparate de una tienda de vestidos de novia poco imaginábamos (e imaginaba ella) lo convulsa que iba a ser su vida sentimental. Ha vivido un bonito, aunque trágico, amor de juventud. Ha mantenido un intenso, aunque tóxico, matrimonio. Y ahora encara un futuro lleno de incógnitas.
Hakan, el misterioso presente
Mientras aún nos preguntamos qué ha sido de Demir, tanto Züleyha (Hilal Altınbilek) como nosotros hemos dado la bienvenida a un nuevo vecino a Çukurova. Hakan (Ibrahim Çelikkol) ha llegado en medio del caos y parece que, lejos de apaciguar la situación, su objetivo es incrementarlo exponencialmente.
Aunque mantenga una pose impasible, llega cargado de odio, rencor e ira. Ya trae cuentas pendientes del pasado con los Yaman, pero la muerte de su hermano no ha hecho más que incrementar la lista de agravios.
Hakan quiere venganza y ha diseñado un minucioso plan para conseguirlo poco a poco, paso a paso, sin prisa pero sin pausa.
Comprar las acciones de la empresa le ha permitido entrar en el universo de los Yaman. Es un socio más y encima muestra su lado más encantador, lo que también le permite ganarse un sitio en la hacienda, aunque, tal vez, ese haya sido un movimiento un tanto temerario.
Pero Hakan no solo quiere que el apellido Gümüşoğlu sustituya al Yaman como sinónimo de poder en Çukurova. También quiere destruir personalmente a Demir y sabe que Züleyha es su mejor baza.
Ahora bien, ¿será capaz de llegar hasta las últimas consecuencias? Su estrategia de proteger a Züleyha es en verdad una maniobra de chantaje o quiere salvarla? ¿Será el amor más fuerte que el odio?
Y en cuanto a Züleyha, ¿se dará una nueva oportunidad con ese desconocido? ¿Perdonará sus mentiras cuando descubra la verdad?
Demir, el marido de ida y vuelta
Por supuesto, toda esta elucubración parte de la hipótesis de que la desaparición de Demir (Murat Ünalmış) sea definitiva y de que Züleyha supere el dolor que está sintiendo por ese marido al que tanto odió y tanto quiso.
Porque el suyo fue un matrimonio de lo más inestable. No hubo novia más triste en Çukurova que ella. ¿Cómo olvidar su intento de suicidio vestida de novia? Y no hubo recién casada que intentase huir más veces que ella de esa hacienda que ella sentía como una cárcel.
Sin embargo, la desesperación dio paso a la resignación. El nacimiento de Adnan y el cariño de Demir hacia el niño hicieron que Züleyha fuese viendo esa mansión como su hogar. Y aunque nunca pudo olvidar a Yilmaz asumió y aceptó su condición de señora Yaman..
Y eso que Demir no se lo puso nada fácil. El Demir encantador de los primeros tiempos fue dando paso a un hombre muy distinto según iba descubriendo todas las mentiras y todos los secretos que se escondían detrás de su matrimonio.
Es prácticamente imposible rememorar todas las razones por las que Züleyha debería haber salido corriendo de ese matrimonio. Sin embargo, ha demostrado tener una inmensa capacidad de perdón.
Eso sí, en esa decisión de apostar por su matrimonio también tuvo un peso determinante la desaparición de Yilmaz. ¿Hubiera vuelto Züleyha con Demir si Yilmaz siguiese vivo? Seguro que todos tenemos la respuesta para esa pregunta.
Pero, dejando al margen lo que pudo ser y no fue, incluso en ese momento en el que decidieron hacer borrón y cuenta nueva, Demir volvió a demostrar que es capaz de lo mejor (renunciar a Züleyha para que fuese feliz con Yilmaz) y de lo peor (quitarle a sus hijos como medida de presión). Y volvió a cometer un error: el silencio. Su miedo a perder nuevamente a su mujer le empujó a callar su romance con Umit, una omisión de información que provocó una nueva decepción en Züleyha, pero también un nuevo perdón. El enésimo.
Porque, definitivamente, el matrimonio de Demir y Züleyha ha sido una constante montaña rusa donde los malos momentos se alternaban con los buenos y donde las peleas, por muy intensas que fueran, siempre terminaban en intensas reconciliaciones.
Yilmaz, el amor frustrado
Ahora mismo Züleyha enfrenta el futuro en soledad y con el corazón roto en mil pedazos, pero no es la primera vez que sufre la pérdida de un gran amor. Aún tenemos muy presente su dolor por la muerte de Yilmaz y la desesperación al ver esfumarse ese futuro con el que soñaba desde el día que la conocimos.
El romance de Züleyha y Yilmaz ha sido una historia marcada por la mala suerte. Fue mala suerte que Yilmaz matara a aquel sinvergüenza que quiso abusar de su novia. Fue mala suerte que sus pasos los encaminaran a la hacienda Yaman y todos sus secretos. Fue mala suerte que Hünkar descubriese toda la verdad y decidiera utilizarla a su favor. Fue mala suerte que cuando Yilmaz regresó lo hiciese lleno de odio y sin querer escuchar explicaciones. Fue mala suerte que cuando todas las piezas encajasen para retomar su relación la tragedia volviese a llamar a su puerta.
Pero, pese a toda esa sucesión de elementos contrarios, Yilmaz siempre quiso a Züleyha. Porque por mucho que quisiese odiarla u olvidarla, la vida, el destino o el amor siempre lo llevaban junto a ella. Y, de hecho, esa fue una de las razones de los celos enfermizos de Müjgan, que veía como su marido se iba alejando más y más de ella para acercarse más y más a su vecina de la mansión.
Pero Yilmaz ya no está. Demir ya no está. Y ahora Züleyha ha de mirar hacia adelante por sus hijos, por su hacienda y por su empresa. Ha demostrado ser una mujer valiente y decidida, pero ¿será capaz de enfrentar todas las amenazas que se ciernen sobre ella?
Y, sobre todo, ¿cómo será su relación con ese nuevo hombre que ronda su vida? ¿Será Hakan el nuevo y definitivo amor de Züleyha?