ESTRENO 16 DE ENERO
A pesar de la expectación que ha despertado, 'The Last of Us' no se aleja demasiado en su primer episodio de otras ficciones postapocalípticas. Sin embargo, confiamos en su enorme potencial.
Si bien el mes de enero ya nos ha dejado ver estrenos de diversa índole (desde decepciones como 'Caleidoscopio'a buenas series como 'Entrevista con el vampiro', pasando por regresos como 'Vikingos: Valhalla') todavía faltaba por llegar una gran serie destinada a convertirse en el nuevo hit masivo y global.
Esa será, o intentará serlo, 'The Last of Us'. Bazas para la grandiosidad no le faltan: lleva el sello de HBO, tiene potentes nombres delante y detrás de las cámaras y, además, es la esperadísima adaptación de un videojuego que ha vendido la friolera de 20 millones de copias en todo el mundo y fue considerado el mejor de la década pasada. Pero, ¿está la serie a la altura de semejante expectación?
'The Last of Us' nos sumerge en un universo postapocalíptico donde un virus, cuyo origen está en los hongos, ha hecho caer la civilización tal y como la conocemos. Después de una brutal noche en la que todo se viene abajo, los supervivientes se reestructuran en sociedades totalitarias acuarteladas en ciudades, como la de Boston, donde están al comienzo de la serie Joel y Ellie, los protagonistas. Él es un contrabandista herido por la pérdida al que ofrecen una misión: llevar a Ellie, una joven de 14 años, a la otra punta de Estados Unidos, ya que ella podría ser la clave para encontrar la cura del virus.
Ese punto de partida es lo que cuenta 'The Last of Us' en su primer episodio y, hasta ahí, no cuenta nada demasiado original o diferente respecto a lo que hayamos visto en tantas otras ficciones pandémicas. Quizás no recuerde tanto a 'The Walking Dead', que empezaba cuando Rick se despertaba del coma tiempo después del inicio del apocalipsis zombi, pero sí al arranque de 'Fear The Walking Dead' o de 'Black Summer', por recordar algunos ejemplos (de muchos que hay) del género. Vivimos junto a Joel los primeros momentos del caos y el "sálvese quien pueda", antes de pasar a la opresión de esa zona de cuarentena militarizada en la que vivirá por un tiempo.
Lo que sí es incuestionable es que 'The Last of Us' cuenta esto que ya hemos visto otras veces con una espectacularidad ejemplar. El primer episodio tiene algunos momentos (uno en concreto que no revelaremos para no estropear la sorpresa a nadie) que nos dejan con la boca abierta y donde se ve que HBO no ha escatimado ni un solo céntimo en que este proyecto se llevase a la pantalla en su máximo esplendor. Ante este despliegue visual, es fácil distanciar a 'The Last of Us' de cualquier obra previa de zombis, sobre todo cuando 'The Walking Dead', hasta ahora la más popular, languideció durante años hasta perder todo el brillo que tuvo al principio. Pero no nos olvidemos: 'The Walking Dead' fue en su primera (o primeras) temporada una serie vibrante y bien producida y dirigida; nada que ver con la calidad de su última etapa.
Con 'The Last of Us', a pesar de que la crítica ha sido altamente entusiasta de forma casi unánime, pueden despertarse en nosotros emociones contradictorias. Por un lado, sí, estamos ante una serie apabullante y bien ejecutada, con dos actores como Pedro Pascal y Bella Ramsay con carisma de sobra para llevar todo el peso sobre sus espaldas. Por otro, esa sensación de repetición, de estar viendo lo mismo pero más caro que antes. Y quizás ambas cosas sean ciertas, pero la euforia general se deba a otro factor: 'The Last of Us' vale más por lo que promete, por lo que nos dicen que está por venir quienes han jugado al videojuego, que por lo que nos enseña ese primer episodio.
Tal vez ese punto de partida no sea innovador, pero lo que realmente marcará la diferencia será el viaje que se abre ante nosotros. También, la confianza que depositamos en quienes firman la obra: un tándem formado por Craig Mazin, autor de 'Chernobyl', y Neil Druckmann, responsable creativo del juego que a tantas personas ha cautivado. Confiemos en el camino que vamos a recorrer.