MÁS ALLÁ DE LA FICCIÓN
El pánico satánico y la tragedia de los años 90 son las dos claves para entender en qué se basa el personaje de Eddie Munson.
Ya han pasado dos semanas desde que el volumen 1 de la cuarta temporada de 'Stranger Things' dejara boquiabiertos a todos los fans de la serie de Netflix. Mucho se ha hablado sobre lo oscura, retorcida y macabra que ha llegado esta temporada de los chicos de Hawkins, pero son pocos los que saben que la tragedia ha sobrepasado a la ficción.
Una trágica historia de un crimen real de los años 90 ha sido la inspiración para dar vida a uno de los nuevos personajes de la serie de los hermanos Duffer. Hablamos de Eddie Munson, interpretado por Joseph Quinn, un "bicho raro" o más bien un rolero metalero conocido por liderar el Club Fuego Infernal.
¡Aquí empiezan los spoilers! Si no has visto la nueva temporada, no sigas leyendo o acabaremos por destriparte una de las mejores temporadas de la serie.
¿Qué pasa con Eddie Munson?
El Club Fuego Infernal viene pegando fuerte, pero no por su popularidad precisamente. El instituto es un lugar complicado, surgen las rivalidades, las etiquetas y el odio. Y es que a Munson parece que le hayan echado un mal de ojo.
Desde el primer capítulo sabemos que este tipo va a tener un papel relevante. Es excéntrico como él solo, pero, por mucho que le apunten con el dedo, no es el líder de un culto satánico. ¿Su tormento? Estar donde no debía, vender drogas y ser un rolero entregado de "Dragones y Mazmorras".
Todo se tuerce cuando Chrissy Cunningham lo visita en su caravana para conseguir drogas. La popular animadora estaba lidiando con una fuerza oscura del Upside Down y quería evadirse, pero cuando hablamos de Vecna, todo se vuelve inevitable.
Así, como si de una película de 'Anabelle' la hubieran sacado, el cuerpo de Cunningham se eleva y empieza a retorcerse y Munson ya sabe lo que se le viene: a la caza del "bicho raro". Si echamos la vista atrás, unos 30 años, podemos encontrar ciertas similitudes con un caso real, el de "Los tres de West Memphis".
¿Cuál es el crimen en el que está inspirado?
Todo ocurrió un 5 de mayo de 1993 cuando tres niños de unos 8 años desaparecieron en West Memphis, Arkansas. Un día más tarde, los cuerpos de los pequeños eran encontrados en el bosque. Estaban atados, desnudos y habían sido arrojados a un arroyo.
Con la velocidad de un rayo, Damien Echols fue señalado. Cabe destacar que, en esa época, el conocido "pánico satánico" estaba zarandeando a los norteamericanos y es que Echols tenía el perfil perfecto para ser el chivo expiatorio.
Todo está relacionado. Era una época convulsa, inmersa en una histeria colectiva y moral. Entre otras cosas, los padres temían que si sus hijos escuchaban metal o jugaban al juego de mesa "Dragones y Mazmorras" acabarían adorando a Satán y cometiendo barbaridades.
Por otro lado, estaba Echols, un chico gótico de 18 años que fue acusado de un crimen del que no se tenían pruebas, pero, ¿por qué? Hablaba abiertamente de su interés por la magia, llevaba el pelo largo, le gustaba la música metalera y tenía antecedentes por robo y allanamiento.
En algún momento encontraron problemas de salud mental en su historial médico y sí, esto fue suficiente para convertirlo en el principal sospechoso. ¿Te recuerda a nuestro Eddie Munson de Hawkins?
Poco después, otro chico fue acusado. En esta ocasión se trataba de Charles Jason Baldwin, un amigo de Echols que era todo lo contrario: buen historial escolar y apasionado del arte. Ambos amigos fueron detenidos por la policía cuando una joven de 16 años confesó ante la policía.
Jessie Misskelley fue interrogada durante 12 horas sin supervisión y dijo que había estado con Echols y Baldwin cuando cometieron el crimen. Misskelley y Baldwin fueron condenados a cadena perpetua y a Echols se le impuso la pena de muerte porque el jurado lo veía como el "cabecilla" de la barbarie.
¿Había pruebas? Ni pruebas de ADN, ni conexión con las víctimas del crimen, solo una versión cambiante de Misskelley en cada testimonio. La historia ardió en los medios y se vendió como un asesinato ritual por parte de una secta satánica que los muchachos ni sabían que tenían.
"Los tres de Memphis" siempre afirmaron ser inocentes y algunos testigos se retractaron de sus testimonios, pues decían que habían sido coaccionados por la policía. Con el paso de los años, se investigaron las condiciones de las confesiones y la falta de evidencia puso el caso en tela de juicio.
¿Cómo acabó la cosa? Era 2011 y a Echols le quedaban apenas unas semanas antes de recibir la inyección letal. En un intento desesperado, acordaron declararse culpables para cerrar el caso y aceptar un trato que les ofrecía la posibilidad de obtener libertad condicional. Así, Echols logró evadir la pena de muerte, pero pasó más de 18 años en la cárcel.
Ahora que sabes la historia real que inspiró la creación de Eddie Munson seguro que tienes muchas preguntas, pero, lamentablemente, tendremos que esperar hasta el 1 de julio y al estreno del volumen 2 de la cuarta entrega de la serie para ver qué pasa con el que se ha convertido en uno de los personajes favoritos del fandom.
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